15 de diciembre de 2013

muffins con trozos de chocolate en bicicleta

muffins con trozos de chocolate en bicicleta

Aún estoy a tiempo de conseguir que tengáis una tarde de domingo productiva. Y de que desayunéis como señores mañana. Bueno, más bien como señoritas. Los señores seguro que no toman muffins.Todavía se estilan los churros. Pero yo voy a ir a tomarme ahora un chocolate con ídem, así que mañana me toca otra cosa. Aunque tampoco van a ser estos muffins, porque los de la foto ya me los comí hace mucho. He conseguido tener un colchoncito de recetas — que no de euros— para cuando mis otras actividades me alejan del I+D de la cocina. Tengo demasiadas actividades y el colchoncito va a menos. Cada 10 años hay que cambiar de colchón. Alguien dice eso.

Pero a lo que iba. El desayuno. ¿Qué voy a desayunar mañana? Ojalá tostadas con tomate. Ojalá zumo de naranja. Ojalá un cruasán (de los buenos) en la cama. Ah no, eso nunca. Las migas en la cama son el mal. Traerme cruasanes no, ¿eh? Que os agarráis a cualquier cosa para escaquearos.

Finalicemos, que vosotros tenéis deberes. Yo, sin embargo, mucha cara ;-)

Como siempre, Su de webosfritos, nos guía en el camino con esta receta. ¡Aprovechad!

Ingredientes.

· 145 g de harina de repostería.
· Un sobre de levadura de repostería.
· 75 g de azúcar.
· 1 huevo.
· 1 yogur natural.
· 2 cucharadas soperas de leche.
· 3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
· Trocitos de chocolate.


Preparación.

1. Precalentar el horno a 180ºC.

2. En un bol ponemos los ingredientes secos: la harina tamizada, la lavadura y el azucar. Mezclamos con una cuchara.

3. En otro bol ponemos los ingredientes húmedos: el huevo, el yogur, la leche y el aceite. Mezclamos también.

4. Vertemos los ingredientes secos sobre los húmedos y removemos lo menos posible pero hasta que la masa esté perfectamente integrada.

5. Añadimos las trozos de chocolate y mezclamos suavemente.

6. Echamos la masa sobre los moldes. En mi caso eran cápsulas de papel dentro de flaneras metálicas.

7. Horneamos durante 25 minutos.

8. Dejamos enfriar sobre una rejilla.

Recomendaciones.

- En la receta original de webosfritos se usan galletas príncipe en vez de trozos de chocolate. También se sustituyen 25 g de harina por cacao en polvo. Seguro que son muy buenos, porque así es todo lo que ella hace.

9 de diciembre de 2013

rape y alcachofas con salsa de almendras


rape y alcachofas con salsa de almendras

Ahora tengo más pájaros en la cabeza.
Y menos palabras.


Otra vez en casa después de un paseo por las dunas.

Ingredientes. (2 personas)

· Un rapito. (Rape pequeño, en mi caso sobre 650g)
· 4 alcachofas.
· Harina.
· Un par de cucharadas de almendra molida.

· Un diente de ajo.
· Una rebanada de pan.
· 250 mL de caldo de pescado.
· Un vaso pequeño de vino blanco.
· Una cucharada de brandy.
· Aceite de oliva virgen extra.
· Sal.
· Pimienta blanca.
· Perejil.
 · Almendras enteras.

Preparación.


1. Limpiamos las alcachofas, retiramos sus hojas externas, pelamos el tallo y cortamos la parte superior de la flor. Partimos en cuartos y cocemos en agua hirviendo son sal durante 15-20 minutos.

2. Preparamos trozos magros de rape (sin espinas, ni piel). Los salamos y enharinamos. Damos unos golpecitos para quitar el exceso de harina.

3. Doramos los trozos de rape en un sartén con aceite de oliva. Escurrimos sobre papel absorbente y reservamos.

4. Laminamos el diente de ajo. 

5. En otra sartén (o la misma lavada) añadimos un par de cucharadas de aceite de oliva. Cuando comience a dorarse, agregamos el pan cortado en pequeños cubos. Finalmente echamos la almendra molida y damos vueltas para que se tueste todo conjuntamente.

6. Le toca el turno a vino y al brandy. Vertemos estos líquidos sobre la sartén y esperamos un par de minutos a que se evapore el alcohol.

7. Incorporamos ahora el caldo de pescado. Dejamos que reduzca la salsa unos minutos. Rectificamos de sal y añadimos una pizca de pimienta blanca molida.

8. Colocamos con cuidado las alcachofas bien escurridas y los trozos de rape. Cocinamos todo junto unos 5-10 minutos.

9. Doramos unas almendras en una sartén con un poco de sal. 

10. Espolvoreamos perejil sobre el rape y las alcachofas y acompañamos con las almendras.

Recomendaciones.


- Posibilidad de usar otro pescado, de prepararlo sin las alcachofas, etc.

29 de noviembre de 2013

crema de champiñones y castañas

crema de champiñones y castañas

Uxi el otro día me pidió recetas de purés y/o cremas. La diferencia entre los purés y las cremas se me escapa. Me desvela en sueños y paso mis horas de insomnio diario intentando analizarlo. Los que me conocéis, sabéis que dentro de una misma habitación, siempre seré la última en dormirme. 99,9% garantizado.

Pero estoy segura de que no os imaginabais el porqué. Yo no cuento ovejitas. En algún caso, ¿alguien lo hace? Por mi cabeza pasa un mundo de platos triturados de colores que de pequeña tomaban el nombre de puré de lentejas con picatostes y de mayor se refinan en cremas de champiñones y castañas. A las 2am tengo hambre. Con hambre y frío no se puede dormir, ya os lo tengo dicho. Me echo el segundo nórdico de plumas y cambio de pensamientos, estos no se cuentan, porque no son horas de ponerse a cocinar.


La única excepción es que vengas de salir. Ojo con lo de cocinar bolinga. Sé de un@ lector@ de este blog que un día frio un huevo al llegar a casa y se dejó la sartén con aceite al fuego cuando se fue a la cama. Ejem. Ese día no ardimos, porque servidora vio el peligro. Hoy, se ha recuperado, y es una persona de provecho que nos lleva por el buen camino, jojo.

El caso es que los platos de cuchara sientan bien, quitan el frío y matan el hambre. El puré de lentejas es cojonudo —padre, quiero puré este fin de semana— y esta crema no se queda atrás. Marius, y hasta Elen, que insiste en que cuelgue la receta, lo confirman.

Here it is. Reinterpretada de El Aderezo.
 

Ingredientes. (4 personas)


· 400 g de champiñones (podemos reservar un champiñón para decoración).
· Un puerro.
· 8 ó 10 castañas cocidas.
· 500 mL de caldo de verduras/ave.
· 125 mL de leche.
· 125 mL de nata.
· Una cucharada de mantequilla.
· Sal.
· Pimienta negra.

Preparación.

1. Lavamos bien el puerro, retiramos su parte verde, y picamos fino. Lavamos bien los champiñones y troceamos en cuartos.

2. En una olla capaz derretimos la mantequilla y comenzamos a sofreír el puerro. Cuando esté dorado añadimos los champiñones. Salpimentamos y cocinamos todo junto unos 10 minutos.

3. Agregamos las castañas cocidas.

4. Cubrimos con el caldo y dejamos cocer durante 20-30 minutos a fuego suave.

5. Trituramos a conciencia con la batidora.

6. Añadimos la leche y la nata. Rectificamos de sal.

7. Damos un ligero hervor y servimos.

8. Acompañamos con el champiñón laminado y salteado en una sartén con unas gotas de aceite de oliva.

Recomendaciones.


- Las castañas aportaron textura, apenas notamos su sabor.
- Antes de servir la crema, podéis diluir una yema de huevo en la nata e incorporarlo a la crema que debe estar muy caliente, pues no va a volver al fuego para que la yema no cuaje. Es una idea del estupendo blog El Aderezo.
- Un buen caldo es importante.

24 de noviembre de 2013

lepiotas rebozadas con mayonesa de curry

lepiotas rebozadas con mayonesa de curry

Hoy en casa se quería un aperitivo. Porque somos gente de bien. Aquella que los domingos come a las tres como muy pronto. Solución: "Sal al monte, niña, a ver qué encuentras, y llévate al Kinto, acá, el perro".
Y una sale, pero con miguitas de pan en el bolsillo. No vaya a ser que esté reviviendo el Hansel y Gretel del siglo XXI y con la excusa del pinchiño, me abandonen en el bosque.

Que el frío ha llegado para helar nuestros corazones, oiga.
Nótese que ni Hansel ni Gretel del siglo XXI conocen aún el GPS. ¿Qué les pasa a estos chicos?

A lo que iba, yo regresé con una lepiota. Una, sí. Hay días malos y perros poco pacientes.
 

Dividida en seis partes iguales perfectas porque — atención, mi abuela siempre dice esto cuando reparte la tortilla— el lado del hexágono es igual al radio. Y en mi familia, que somos todos muy listos, guapos e inteligentes, lo aplicamos. Así, no hay discusiones posibles. Debéis creeros todo menos lo de las discusiones. Sobre todo lo de guapos, listos e inteligentes.

Para acompañar, mayonesa con una pizca de curry. La receta es facilona, que sé que gustan.

PD. ¿Soy yo la única que piensa que la foto parece una bandera? 


Ingredientes.

· Unas lepiotas.
· Un huevo.
· Pan rallado.
· Sal.
· Aceite de oliva.

Para la mayonesa de curry.

· Un huevo.
· Aceite de oliva suave.
· Sal.
· Vinagre.
· Una cucharadita de curry. 

Preparación. 

1. Lavamos las lepiotas. Cortamos en triángulos.

2. Batimos un huevo y le echamos un pellizo de sal.

3. Rebozamos en huevo y pan rallado.

4. Freímos en aceite de oliva.

5. Escurrimos en un papel absorbente.

6. Servimos con la mayonesa de curry. Para eso añadimos una cucharadita de curry a una buena mayonesa casera.

Recomendaciones.


- He puesto esta salsa como podía haber puesto otra. Creo que debe quedar bien con todas.
- Creo que las lepiotas rebozadas son mi preparación preferida para esta seta.

19 de noviembre de 2013

tiramisú enxebre

tiramisú enxebre

... ou tiramisú á feira. Como vos guste máis.

Y ahora es cuando os explico todo, hasta el origen subatómico de la partícula de dios.


Dos años ha que comenzó mi andadura por el ciberespacio, en un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme. Ah no, no era eso. Calla, amigo Sancho.

Dos años, que se dice pronto, se dice veloz y se dice rápido.
Dos años que son dos corderitos recentales.
Dos años llenando el buche. A mí y a mis compañeros. Pero sin el egoísta "y por mí el primero" que decían los niños repugnantes. Yo no he sido de esas nunca. Reivindico fervientemente cocinar como un querer a los demás. Sin ponernos en plan El cartero siempre llama dos veces. Pero si llama, abrámosle la puerta. Ejem.

Dos kilos más —¡juas!— digo años en mi esbelto figurín. A partir de hoy tendré mi edad menos la edad del blog al cuadrado. Despejad la equis. Dentro de tres años y medio me habré desintegrado en la antimateria.
Dos años de tartas y bizcochos. De ensaladas y risottos. De hojaldres y purés. De panes y peces. De temporadas y plazas de abastos. De tener los mejores proveedores, guiño guiño. De leer muuuuuuuchas recetas, querer hacerlas todas y que se coman solo algunas. Que paciencia tenéis. Objetivamente es un reto complicado. Me falta tiempo material. Y no siempre hay ganas de fotografiar y comer frío.

Y dos años de disfrutar y sonreír con cada uno de vuestros comentarios. Por escrito, en retuit, en la emocionante vorágine del directo con la boca llena o la sabia y reposada calma del diferido que nos asegura que el plato no tenía retrogusto o salía bien. Chicos listos estos últimos.


Dos años que si breves, dos años buenos ;-) 

— Con semejante introducción aniversario resumo la adaptación de este tiramisú. Se trata de hacer una versión gallega de este postre, de ahí el nombre, pequeñas aguilillas. Nombre ideado por Fer. Usamos un bizcocho con almendra, que nos recuerde a la tarta de Santiago. Mezclamos el mascarpone con un queso de parecida consistencia y un poco más alegre de sabor como o queixo do Cebreiro. Y nos emborrachamos con licor café.
Le debo esta receta a un camarero dicharachero que desveló los secretos de su jefe/chef por intentar ligotear con unas chicas monérrimas. Yo mientras, desde una esquina, observaba y tomaba nota mental.

Gracias.


Ingredientes.
Para el bizcocho genovés compostelano.

· 75 g de harina.
· 25 g de almendra molida.
· 100 g de azúcar.
· 4 huevos.

Para la crema.

· 250 g de queso mascarpone.
· 300 g de queixo do Cebreiro.
· 6 huevos.
· 12 cucharadas de azúcar.

Para el brebaje que empapa el bizcocho y el montaje.
· Licor café.
· Café. Una cafetera pequeña.
· Amaretto.
· Cacao maravillao.

Preparación.

Para el bizcocho genovés compostelano.

1. Precalentamos el horno a 180 ºC. Forramos una bandeja con papel de horno.
2. Separamos las yemas de las claras.
3. Añadimos el azúcar a las yemas. Batimos con varillas hasta que blanqueen.
4. Montamos las claras a punto de nieve.
5. Agregamos las claras con movimientos envolventes a la mezcla de yemas y azúcar.
6. Incorporamos la harina tamizada y las almendras molidas. Removemos suavemente y comprobamos que no quedan grumos.
7. Vertemos la masa sobre la bandeja de horno. Extendemos a lo largo y ancho de su superficie. Nivelamos bien.
8. Horneamos durante 15 minutos hasta que la superficie esté dorada.
9. Retiramos del horno y dejamos enfriar.

Para la crema.
1. Separamos las yemas de las claras poniéndolas en sendos boles.
2. Añadimos el azúcar a las yemas. Batimos con varillas hasta que blanqueen.
3. En un plato, mezclamos los dos tipos de quesos chafándolos con un tenedor para que se integren.
4. Incorporamos la mezcla de quesos al bol de las yemas y el azúcar. Volvemos a batir hasta que esté todo homogeneizado.
5. Montamos las claras a punto de nieve.
6. Añadimos las claras a la mezcla del queso con movimientos envolventes para que no se bajen. Tenemos lista la crema.

Montaje.
1. Mezclamos en un recipiente el café con abundante licor café y un chorrito de amaretto.
2. Dividimos la plancha de bizcocho genovés. Tenemos que adecuar las divisiones al tamaño de nuestra fuente de presentación. En mi caso dividí la plancha en tres.
3. Colocamos la primera plancha de bizcocho. La emborrachamos con la mezcla de licores y café. Nos podemos ayudar con un pincel. Recubrimos con una capa de crema. Espolvoreamos sutilmente con cacao.
4. Repetimos el paso 3 por cada plancha de bizcocho. Tenemos que acabar con una capa de crema.
5. Refrigeramos hasta el día siguiente.

6. Antes de servir, espolvoreamos abundantemente con cacao.

Recomendaciones.
- Aquí tenéis la versión clásica del tiramisú y una mejor explicación de como hacer el bizcocho genovés.

12 de noviembre de 2013

pimientos de alucinas por colores

pimientos de alucinas por colores

Pimientos rellenos de colores.
Otra receta de pimientos rellenos.

Es de Germán, el Frutero, con mayúsculas. Siempre está sonriente y de buen humor. Voy una media de tres —o más debido a mi, ¡ay!, cabeza despistada— veces por semana. A lo largo de ya seis años. Es paciente con todo el mundo, bien sean abuelas que compran una pieza de cada fruta; niños que se tiran al suelo mientras sus padres escogen con que planturria verde amenizarles la cena o nuevos veganos con sed de trigo sarraceno y espárragos locales.
Él te deja probar las uvas. Y si la tienda está llena, reparte para todos. Lo mismo con las fresas o el melón. Regala perejil y polvorones, como tiene que ser, y las hortalizas "feas" no las cobra.

Te cuenta de dónde vienen y las diferencias entre las naranjas navel y las navelinas. Prefiere vender productos do país. Tiene cierta tendencia a los sufijos diminutivos. Comprarás un kilito o una manito de acelguitas o tomatitos.
No diré que no vende arena en el desierto, y que sus "están para tomar" son equivalentes a "tómatelo en un par de días", la fruta fuera de temporada no es barata, como es razonable y en el resto, hay que saber elegir y siempre preguntar.
Se ha sabido rodear, pues Susana y Manola no se quedan atrás y la gente los aprecia. Los apreciamos. A él y a sus conversaciones a dos mil de ironía sobre temas candentes, ejem, eso que no falte.


Lo mejor, que sabe cocinar y comer, como la gente de bien. Y mientras te devuelve el cambio, te suelta una receta como esta.

No creo que llegue a leer esto nunca, pero aquí queda mi pequeña dedicación.

Ingredientes.


· 9 pimientos pequeños rojos, amarillos y naranjas.
· Una cuña de queso azul.
· Nueces.
· Un vaso pequeño de leche.
· Aceite de oliva virgen.

Preparación.


1. Lavamos los pimientos y les quitamos la tapa. Despepitamos.

2. Batimos el queso roquefort con la leche, que añadiremos poco a poco, hasta obtener una crema algo espesa.

3. Pelamos y picamos las nueces. Mezclamos con la crema.

4. Sazonamos la crema con unas gotas de aceite de oliva virgen.

5. Rellenamos los pimientos con ayuda de una cucharita. Ponemos de nuevo la tapa.

6. Introducimos en el horno precalentado a 180 ºC durante 30 o 40 minutos, hasta que la carne del pimiento esté tierna.

Recomendaciones.
 
- Los he horneado en unas flaneras metálicas, agrupados de tres en tres, para que no se me saliera el relleno pues en mi caso quedó bastante líquido.
- No os miento, las fotos son a media cocción. Los saqué antes de tiempo pensando que estaban, saqué las fotos, los puse en la mesa, los íbamos a comer y les faltaba un poco. Otra vez al horno. Luego no estábamos para más fotos.



pimientos de alucinas por colores

6 de noviembre de 2013

ensalada de otoño

ensalada de otoño

Hay varias frutas que no entran en mi lista. Los caquis, los cocos, los cucos (¿?) y las chirimoyas —absténganse de rimas, jocosos del lenguaje— están entre ellos. Pero el otro día, en el Tropezón, restaurante cundiente donde los haya, me colaron el caqui en una ensalada.

Y no pasó nada.
Así que he decidido rescatarlo y cambiar de equinoccio esta otra ensalada de primavera. Se llama adaptación astronómica o cambio de hemisferio. Si no manejáis bien los cambios temporales, es habitual al principio, no corráis riesgos y tomad nota.

Ingredientes.


· Una bolsa de canónigos.
· Un caqui.
· Queso de tetilla.
· 8 o 9 nueces.
· Un par de champiñones portobello.
· Sal.
· Aceite de oliva virgen extra.
· Vinagre de jerez.
· Limón.
· Miel.

Preparación.


1. Lavamos bien los canónigos. Escurrimos y disponemos en un bol.

2. Lavamos los champiñones.

3. Picamos todos los ingredientes en cubos pequeños.

4. Mezclamos.


5. Aderezamos con sal y una vinagreta de tres partes de aceite por una de vinagre, una cucharadita de miel y unas gotas de limón.

Recomendaciones.


- Mente abierta, queridos. ¡Cualquier cosa casa bien!

31 de octubre de 2013

magdalenas III de calabaza y vainilla

magdalenas III de calabaza y vainilla

Síntomas.

Horneas magdalenas el lunes.
Te las acabas el martes —no he dicho cuantas eran, eh—.
El miércoles decides gastarte una suma inconfesable en adquisiciones reposteras por internet. Ninguna es de azúcar de colores, ojo.
El jueves esperas que lleguen.
El viernes es festivo. Toca aguantarse.

Sábado Samaín. Por eso las calabazas, que hay que explicarlo todo.

Diagnóstico.

Se pronostica bizcochismo agudo. Altos niveles de glucosa en sangre. Pastelito Lu en busca de Príncipe de ídem. Adicción a los moldes, hojaldre, mandarinas y avellanas. También al requesón con miel y al queso con membrillo de media mañana. Y cierto gusto por la ginebra, los rotuladores de colores, los jerseys de punto y los cuentos. Y por meterme donde nadie me llama. ¿Me estoy desviando acaso? ¡Ayuda doctor!

Tratamiento.

Ojear la factura de la luz y meterse en el mar. El mar lo cura todo.

Ingredientes.

· 4 huevos.
· 250 g de azúcar.
· 250 g de harina.
· 150 g de aceite de oliva.
· 90 g de leche.
· 100 g de calabaza.
· Un sobre de levadura química.
· Ralladura de naranja y de limón.
· Una cucharadita de pasta de vainilla.
· Una pizca de sal.

Preparación.

1. Cocemos la calabaza. Para agilizar el proceso, se coloca troceada en un plato, se envuelve bien con papel film y se mete en el microondas durante 3 o 4 minutos. Se saca y se tritura. Tened cuidado con el vapor.

2. Separamos las claras de las yemas.

3. Blanqueamos las yemas con el azúcar. Agregamos la ralladura de naranja y limón, la leche, el aceite,el puré de calabaza y la pasta de vainilla batiendo cada vez que añadamos un ingrediente.

4. Tamizamos la harina, la levadura Royal y una pizca de sal. Añadimos poco a poco, removiendo bien y suavemente para evitar que se formen grumos.

5. Batimos las claras a punto de nieve firme. Incorporamos las claras a la mezcla con movimientos envolventes, cuidadosamente para que no se bajen.

6. Enfriamos en la nevera unas 2 horas.

7. Precalentamos el horno a 250 ºC. Rellenamos los moldes hasta tres cuartas partes de su capacidad.

8. Horneamos a 215 ºC durante 15 o 20 minutos. Enfriamos.


Recomendaciones. 

- ¡Que las probéis! 

magdalenas III de calabaza y vainilla
 

27 de octubre de 2013

coliflor guisada con lepiotas kilómetro cero

coliflor guisada con lepiotas kilómetro cero

Hoy es día de salseiro y lepiotas.
Y ayer lo fue de castillos en el fondo de un valle con bruma y mirador con vendaval.
Todo rodeado de buen comercio y bebercio.
No queda otra que una entrada de kilómetro cero, porque, sin duda, ha sido un buen fin de semana local.

La receta es una versión de esta Coliflor guisada con níscalos que Mercado Calabajío publicaba hace un año aproximadamente. En mi memoria desde entonces. Hoy no tenía níscalos, pero ha quedado muy buena igualmente.


Las fotos bonitas —¿realmente os tengo que decir cuáles?— son cortesía de María y nos ilustran ejemplares de macrolepiota procera en su estado natural, es decir, de paraguas de caracoles.


lepiotas

lepiotas

(*) Etiqueta de kilometro cero. Recordad, un alto porcentaje de sus ingredientes son cultivados, recogidos, fabricados en un radio cercano: huertas de colegas, alimentos del mercado de los que se conozca su procedencia, productos procesados de pequeñas empresas gallegas, huevos de casa, etc.

Ingredientes.

· Una coliflor.
· 4 ó 5 lepiotas.
· Una cebolla.
· Un diente de ajo.
· Unos piñones.
· Perejil.
· Aceite de oliva.
· Sal.
· Caldo de verduras.
· Un par de rebanadas de pan.
· Un huevo.
· Harina.

Preparación.


1. Vamos sacando ramilletes de la coliflor con paciencia y un cuchillo. Los ponemos en una olla a cocer en agua con sal durante 10 o 12 minutos. Tienen que quedar al dente. Cuando estén listos, los sacamos con una espumadera y dejamos escurrir.

2. Ahora toca comenzar el rebozado. Pasamos cada ramillete de coliflor por harina y posteriormente por huevo batido. Los freímos en un sartén con aceite de oliva a fuego medio hasta que estén dorados. Entonces los retiramos a un recipiente con papel absorbente. Reservamos. (Esta parte es la más coñazo, ejem, tediosa).

3. En una cazuela baja y amplia sofreímos, a fuego medio, una cebolla con un par de cucharadas de aceite. Cuando esté comenzando a dorarse, añadimos el diente de ajo bien picado.

4. Incorporamos ahora las lepiotas a la cazuela y rehogamos un par de minutos vivamente. Espolvoreamos con perejil picado. Cubrimos con caldo de verduras y comenzamos a cocer a fuego suave.

5. Mientras tostamos los piñones en una sartén y freímos las rebanadas de pan. 


6. En el vaso de la batidora ponemos las rebanadas de pan frito, los piñones tostados y un vasito de caldo. Batimos hasta que sea un puré. Incorporamos esta mezcla al guiso de lepiotas. Removemos bien.

6. Añadimos ahora los ramilletes de coliflor al guiso. Si es necesario, añadimos un poco más de caldo. Dejamos cocer 5 o 10 minutos a fuego suave. Rectificamos de sal.

Recomendaciones.


- El plato queda mejor con un tiempo de reposo, pues la salsa coge cuerpo y sabor. No os dejéis engañar por la foto paliducha. ¡Está muy bueno!
- Los tallos de la coliflor se los podéis añadir a una crema o puré.
- En vez de las lepiotas, podéis usar níscalos como la receta original de Mercado Calabajío.
- En la foto parece que no hay salsa, pero había. Eso es lo que rescaté para el posado.

20 de octubre de 2013

pimientos del piquillo rellenos de setas

pimientos del piquillo rellenos de setas

¡Setas!
Hace ya unas semanitas que se encuentran, y que estamos dando buena cuenta de ellas. Si bien ellas solas, al ajillo, en revuelto, con arroz o pasta, en ensalada, guisadas, rebozadas y fritas, etc. La lista de posibilidades es larga y eso que —todavía— no me salgo de lo tradicional. Las sugerencias irán cayendo, no se preocupar.


El caso es que vi unos pimientos de piquillo frescos en el Gadis, supermercado autóctono donde los haya, y me dije ¡ea, los rellenaré con setas! Pero, amigos, las setas todavía crecían en el monte. Como soy chica prevenida compré unos champiñones, no fuera a ser —que no fue— que no hubiera. Aún así, podéis echarme en cara que era comenzar la casa por el tejado. Que le vamos a hacer, así nos enseñan en el templo del mal, acá la otra SETA.

Una vez conseguidos los honguitos, el problema fue rellenar los puñeteros pimientos del piquillo. Eso sí que es otra vaina. Pero leed la receta, y luego, comentamos. Confío es vuestras manitas.

 
Ingredientes. (3 personas)

· 12 pimientos del piquillo.
· 300 - 400 g de setas variadas (níscalos, boletus, champiñones y lepiotas)
· Una cebolla.
· 150 g de tiras de bacon.
· Queso manchego rallado.
· 2 cucharadas de harina.
· 400 mL de leche.
· 100 mL de caldo de verduras.
· Mantequilla.
· Sal.
· Aceite de oliva virgen extra.

Preparación.

1. Lavamos bien los pimientos, los secamos y colocamos en una fuente apta para el horno. Pincelamos con aceite de oliva y añadimos unas escamas de sal. Introducimos en el horno, precalentado a 180ºC, durante 15 minutos.

2. Cuando los pimientos se enfríen, los pelamos y despepitamos. Este proceso hay que hacerlo con mucho cuidado. Son muy delicados. Reservamos.

3. Salteamos el bacon en una sartén sin nada de aceite. Retiramos el bacon y desechamos su propia grasa.

4. En la misma sartén añadimos un par de cucharadas de aceite de oliva y comenzamos a sofreír la cebolla a fuego suave.

5. Limpiamos las setas y troceamos menudamente.

6. Incorporamos las setas a la sartén con la cebolla y cocinamos durante 15-20 minutos. Salpimentamos. Añadimos también el bacon.


7. Preparamos la bechamel. Ponemos un vaso de leche (200 mL) y el caldo de verduras (100 mL) a calentar a fuego suave/medio en un cazo con la cucharada de mantequilla. El resto de la leche la vertemos en el vaso de la batidora dónde también agregamos las 2 cucharadas colmadas de harina. Batimos hasta que esté todo disuelto.
Incorporamos ahora esta última mezcla al cazo y comenzamos a dar vueltas, con mucha paciencia hasta que la mezcla espese con cuidado de que no se pegue (pueden ser 10-15 min). Cuando esté a nuestro gusto, para este tipo de platos a mí me gusta ligera, apagamos. Debemos tener en cuenta que si se enfría, espesará un poco más.


8. Ligamos el relleno de los pimientos añadiendo dos o tres cucharadas de bechamel.

9. Procedemos a rellenar los pimientos del piquillo con extremo cuidado. Los disponemos, ya rellenos, en una fuente para horno sobre una capa de la bechamel.


10. Napamos con la bechamel sobrante, distribuimos el queso manchego rallado por encima, y gratinamos.

Recomendaciones.


- No cojáis setas que no conozcáis.

- Si como a mí, se os rompen varios de los pimientos al intentar rellenarlos, que no cunda el pánico. Se trata de reconvertir el plato. Colocamos la base de bechamel, luego los pimientos abiertos, disponemos el relleno y cubrimos con otra capa de pimientos. Continuamos en el punto 10.
- Se pueden utilizar pimientos del piquillo en conserva.

13 de octubre de 2013

tarta de queso o NY cheesecake

tarta de queso o NY cheesecake

Tarta de octubre.
Con cierto sabor americano.
Me acabo de enganchar a The West Wing. Todavía no sé si prefiero a Josh Lyman o Sam Seaborn o una mezcla de ambos.
Llevo días —que digo días... meses, ¡años!— oyendo hablar de un road trip costa este oeste de USA por el norte y los grandes lagos. Yeah.
Me acaba de llegar un paquete con una una chaqueta con la que podría ir al Crown Hall del MIT y pasar desapercibida. Gracias Marga y Luis.
Pero tranquilos, Boston en día 13 y esta NewYork Cheesecake es lo que de momento, y posiblemente lo único, tenga en común con los yankees.

Pero es la mejor tarta de queso de mi historia.

Receta extraída entre
Las recetas de la felicidad y Objetivo: Cupcake perfecto.

tarta de queso o NY cheesecake

Ingredientes. (para una señora tarta)

· Un paquete de galletas digestive.
· 85 g de mantequilla.
· 500 g de queso mascarpone.
· 250 g de queso quark.
· 250 g de queso de untar.
· 250 g de azúcar.
· Un sobre de azúcar avainillado.
· 3 huevos.
· 3 cucharadas de harina.
· Ralladura de medio limón.
· Una vaina de vanilla.
· Un chorrito de ron.
· Mermelada de frutas del bosque.

Preparación.
 
Para la base.
1. Trituramos las galletas digestive con una picadora o bien metiéndolas en una bolsa y dándoles golpes con un rodillo hasta que queden en polvo.
2. Derretimos un poco la mantequilla y la añadimos al polvo de galleta. Mezclamos bien. Tiene que quedar con textura de arena mojada.
3. Preparamos el molde desmontable pincelando con un poquito de mantequilla fundida la base y los laterales.
4. Ponemos la masa de galletas en toda la base del molde. Presionamos un poquito. Tiene que tener entre medio y un centímetro de espesor.
5. Metemos el molde en el congelador mientras preparamos la crema de queso.

Para la crema de queso.
1. Batimos los tres quesos, mascarpone, quark y "de untar", con la ayuda de unas varillas. Añadimos el azúcar normal y el avainillado, la ralladura de limón, el interior de la vaina de vainilla y un poco de ron. Mezclamos bien.
2. Incorporamos ahora las tres cucharadas de harina poco a poco y removemos para que no queden grumos.

3. Echamos de uno en uno los huevos. Batimos la mezcla después de cada huevo, para que se integre perfectamente, antes de echar el siguiente.
4. Vertemos la crema de queso sobre la base de galletas.

Horneado y enfriado.
1. Introducimos la tarta de queso en el horno precalentado a 200ºC. A esta temperatura deberá estar unos 10-15 minutos. Después bajamos la temperatura del horno a 90-100ºC y horneamos durante 60-80 minutos. Toda la superficie tiene que estar cuajada, solo quedará el centro con un poco de textura de flan.
2. Dejamos enfriar dentro del horno apagado sin abrir la puerta en ningún momento. Cuando la tarta esté a temperatura ambiente, pasadas varias horas, ya la podemos sacar.

3. Ponemos una capa fina de mermelada de frutas del bosque ayudándonos con un pincel de silicona. Hay que hacerlo delicadamente.
4. Metemos la tarta en la nevera y dejamos enfriar..

Recomendaciones.
- No abrir en ningún momento la puerta del horno. Si sufre cambios bruscos de temperatura puede hundirse el centro o agrietarse la tarta.
- No batir la mezcla en exceso.
- Se debe sacar la tarta de la nevera 10 o 15 minutos antes de consumirla.
- Es preferible hacerla el día anterior. Está mejor de un día para otro.

tarta de queso o NY cheesecake

11 de octubre de 2013

mermelada de frutas de bosques cuentistas

mermelada de frutas de bosques cuentistas
  
Las cabras tiran al monte. ¡Hala! Ya está el post resumido.

Pero me explico. Madrugar un domingo para caminar, enzarzarme y llenarme de barro e intentar que Kinto, el perro, entienda lo que significa coger moras —no llegó a entenderlo nunca, pobre no debería extrañaros. Que como dice Laura, me gusten las cosas que hacen las abuelas, véase calcetar y mermeladas, tampoco.

El imaginario cuentista que me traigo desde pequeña lleno de frutas del bosque, con sus gnomos y sus hadas, ejem brujas, hace que me enajenen mucho frases tipo ¿y cuáles son las frutas del bosque? ¿pero de qué bosque? ¿hadas, really? Moras tamén as hai nas taxeas. Bla bla bla.


Por eso viviría en un bosque centroeuropeo aislada. No para siempre, pues no podría dejar el mar. ¡Ja! Nunca olvidaré aquel día en Suiza con Yan en que fuimos al bosque a coger mirtillas a espuertas. Cuanta felicidad en pequeñas bolitas de colores. Y en tarros de cristal recién regalados.

A esta mermelada, además, le daremos un uso interesante. Próximamente en sus pantallas...

Ingredientes.

· 250 g de moras silvestres.
· 125 g de arándanos.
· 125 g de frambuesas.
· 400 g de azúcar.
· Zumo de medio limón.
· Piel de manzana.

Preparación.

1. Lavamos bien toda la fruta y la escurrimos perfectamente. Se puede secar con un poco de papel absorbente.

2. Maceramos en un bol durante un par de horas la fruta con el azúcar.

3. Ponemos a cocer la fruta en un cazo con el zumo de limón y la piel de manzana. Tiene que estar cociendo durante 40 minutos a fuego suave.

4. Pasamos por el pasapurés fino, chino y/o batidora chino para retirar pepitas y pellejos que nos hubieran quedado.

5. Si queda muy líquida volvemos a cocer unos minutos. Para saber si la mermelada está en su punto cogemos un poco con una cuchara, la vertemos sobre un plato, dejamos enfriar y trazamos una raya con el dedo por la mitad, si las dos partes no se juntan de nuevo, es el momento de retirarla del fuego.

6. Embotamos. 

Recomendaciones.

- Con estas cantidades obtenemos, como mucho, un par de frascos de mermelada. Por eso no he explicado en esta entrada como esterilizar los botes y hacer el vacío. Para ello hay que leer este post del blog Sweet and Sour o este otro de la Familia Tartufo donde esta TODO lo que podáis o queráis saber sobre mermeladas, jaleas, confituras, conservación y demás menesteres asociados a este mundillo. Hay métodos más rápidos y modernos con azúcar gelificante que vienen muy bien para tener mermelada en tiempo récord. Otro día os lo enseño, pero si tenéis prisa, allí encontraréis respuestas.


arándanos
frambuesas
moras

8 de octubre de 2013

puerros asados

puerros asados

Después de todos los halagos, piropos y regalamiento de oídos que he recibido a lo largo de estos días para con el blog — qué bonita es el ¿conjunto preposicional? para con — he engordado trescientos kilogramos de orgullo personal. Voy por ahí henchida de orgullo. Así que para aligerarlo, pero sin dejar de trabajar, una receta de puerros. ¿Puerros? Sí. Esos grandes olvidados utilizados nada más que en sofritos y purés. ¡Reivindiquemos el puerro! Bienvenidos a la Liga Propuerros.

Propuerros.

Repetidlo tres veces y ya no sabréis de que estoy hablando. Lo mejor es que esto no pase, pues llegaréis a la cocina y haréis tortilla de patatas, que está muy bien, pero no es el objeto de este texto. Si hacéis tortilla, no os olvidéis de invitarme. Nunca.


Receta de promamádemaría adaptada.


Ingredientes. (2 personas)

· 4 puerros.
· 8 lonchas jamón serrano.
· 8 lonchas queso semicurado.
· Aceite de oliva.

Preparación.


1. Lavamos muy bien los puerros, quitamos la capa exterior y la parte verde superior. Los partimos por la mitad longitudinalmente y los disponemos en una fuente para horno. Sazonamos con un chorro de aceite de oliva virgen.

2. Introducimos los puerros en el horno precalentado a 180ºC durante 30-40 minutos o hasta que estén tiernos.

3. Retiramos del horno los puerros y en una sartén o plancha a fuego fuerte los tostamos un poco para realzar el sabor.

4. Envolvemos cada puerro con una loncha de queso y una de jamón y los volvemos a llevar al horno hasta que el queso se funda (3 ó 4 minutos).

Recomendaciones.


- Se pueden cocer los puerros en lugar de asarlos y luego tostarlos. Es cuestión de gustos y/o tiempo.
- Si los puerros son grandes, se pueden partir en cuartos.

- Si queréis ponerles un lacito cursilón no tenéis más que aprovechar que estáis haciendo un caldo con la parte exterior y verde del puerro, retirar una de esas hojas ya cocidas y hacer hilos con ella.


puerros
Propuerros de promaría precrudos.

29 de septiembre de 2013

crema de calabaza y almendras kilometro cero

Érase una vez un calabacín que vivía en una continua parajoda entre su nombre y su tamaño, una lombarda que se debatía entre mantenerse oculta o hacerse el harakiri y mostrar su geométrico interior, y una bonita y perfecta calabaza con potencial Samaín que dedicaban sus días a jugar al monopoly aburridas de la vida de la huerta. Nos habían salido urbanitas, qué le vamos a hacer.


Esa noche, la calabaza ganó, y en uno de sus barrios recién construidos, conoció a un cuchillo seductor y peligroso y, claro, el amaretto hizo el resto.

Ahora vamos a dejar esta metáfora antes de que les cojamos demasiado cariño a tan pintorescos personajes y se nos complique sentimentalmente realizar el plato. Que por otro lado no tiene nada de difícil y, sin embargo, mucho de bueno. No recuerdo de donde salió exactamente pero sí su autor, Martín Berasategui. Así que os aseguro a un 200% que la historia termina bien ;) 

Crema de calabazas y almendras km0

(*) Etiqueta de kilometro cero. Recordad, un alto porcentaje de sus ingredientes son cultivados, recogidos, fabricados en un radio cercano: huertas de colegas, alimentos del mercado de los que se conozca su procedencia, productos procesados de pequeñas empresas gallegas, huevos de casa, etc.

Ingredientes.

· 500 g de calabaza limpia y troceada.
· 1 puerro.
· 1/2 L de caldo de verduras o 1/2 L de agua.
· 50 g de almendra molida.
· 1 yogur natural.
· 2 ó 3 cucharadas de Amaretto.
· Sal.
· Aceite de oliva.

Preparación.


1. En una olla capaz ponemos dos o tres cucharadas de aceite de oliva. Añadimos el puerro picado y la calabaza troceada. Rehogamos durante 6-8 minutos a fuego suave.

2. Añadimos las almendras molidas. Dejamos que se tuesten un poco, pero hay que remover bien para que no se peguen.

3. Cubrimos con caldo de verduras o agua y dejamos hervir durante 20 minutos aproximadamente.


4. Cuando la calabaza esté cocida, se retira y reserva temporalmente parte del caldo de cocción. Batimos con la batidora.

5. Incorporamos el yogur y el amaretto. Añadimos el caldo sobrante hasta completar la textura que nos guste (más o menos espeso). Rectificamos de sal y servimos bien caliente.

Recomendaciones.


- No haría muchos cambios, merece la pena probarla tal y como se explica en la receta. Lo diferente es el toque del yogur y el amaretto. Aún así se puede sustituir el yogur natural, por crème fraîche, yogur griego, etc. y el puerro por cebolla o cebolleta.
- Servir acompañada de picatostes o lo que se os ocurra.
- Calabaza y puerros de la huerta de María. Yogures de Casa Xanceda. Almendras de Casa Cuenca. El Amaretto NO es kilómetro cero, evidentemente.