Hoy os traigo la receta del salmón de Navidad.
En mi familia somos todas personas muy organizadas, ordenadas, disciplinadas, y nada protestonas. Así que, en base a esos criterios, hicimos una hoja de cálculo compartida para apuntar quien se iba a encargar de cada comida y que plato pensaba hacer. Evidentemente, para luego no hacerle ningún caso.
Tenía yo la teima de llevar un pescado para el día de Navidad. Así que apalabré con mis queridas pescaderas de Coruña, tener un salmón preparado con el que viajar 600 km en amor y compañía. Por si os sirve el dato, compré el salmón fresco el día 23, lo trasladé en una bolsa térmica en el coche; esa misma noche en Guadalajara lo congelé y, tras todas las copas de cava de Nochebuena, me acordé de descongelarlo antes de irme a dormir para tenerlo listo para cocinar el 25 por la mañana.
La receta no tiene mucho misterio, ya lo veréis. Sin embargo, que una casa de ocho habitaciones, trece cuartos de baño, dos comedores, un cuarto de juegos y una cocina con barra tenga contratados 4000 watios de potencia sí lo es. Mi tía Paloma y yo tuvimos que turnarnos para usar horno o vitrocerámica. Pero como nos queremos mucho, no tuvimos problema.
El caso es que tras unos cuantos apagones, hornus interruptus y un poco de miedo de hacer por primera vez pescado asado para tanta gente, tenía mis dudas de que estuviera bien de punto. Pero lo estaba. Y nos lo comimos todo. Y no sobró nada.
Y me pidieron que subiera la receta y aquí está. Las fotos son de diferentes momentos y sacadas con diferentes móviles. No es el momento de sacar el trípode y la cámara con tanta gente "hambrienta".
Con esto acabamos 2017. No ha sido un año muy prolífico en entradas, pero sabed que todas las que he podido escribir han sido con mimo y dedicación y sacando tiempo de donde no lo había. Se nos pasó el sexto aniversario del blog, pero queda por aquí escrito que empezamos la primaria. Y eso ya son palabras mayores.
Feliz 2018.
Os espero a la mesa.
Ingredientes (para 16 personas con aperitivo primero)
· Un salmón de 4 kg
Para marinar el salmón
· Eneldo fresco
· 3 cucharadas de mostaza
· Zumo de medio limón
· 4 o 5 cucharadas de aceite de oliva
· Un chorro de Cointreau
Para la salsa tártara
· Mayonesa casera
· Dos yogures
· Eneldo fresco
· Perejil fresco
· Cebollino fresco
· Pepinillos en vinagre
· Alcaparras
· Un huevo cocido
· Mostaza
· Sal
· Pimienta negra
Para acompañar
· Patatas
· Mantequilla
· Sal
· Pimienta
· Aceite
· Canónigos
· Granadas
· Aguacates
· Limón
Preparación.
Para asar el salmón.
1. Mezclamos en un cuenco todos los ingredientes de la marinada. Las cantidades son orientativas. Cuando tengamos una mezcla amalgamada, untamos el salmón bien de salsurria. Dejamos reposar una hora aproximadamante.
2. En una bandeja de horno capaz extendemos las tajadas de salmón. Cubrimos con papel de aluminio y horneamos durante 45 minutos aproximadamente a 180 ºC. Los 10/15 primeros minutos puede estar algo más fuerte el horno, a 200 ºC. Pasado ese tiempo, podéis comprobar si el salmón está hecho. Cuando la carne pase a un rosa suave y opaco, será que está cocido. Luego ya es cuestión de gustos.
Para la salsa
1. Picamos finamente todas las hierbas frescas, así como los pepinillos en vinagre, las alcaparras y el huevo cocido.
2. Hacemos una base de mayonesa batiendo el huevo con aceite de oliva. Buscamos que sea bastante espesa, así que hay que añadir bastante aceite. Podéis usar aceite de oliva virgen extra, oliva suave o mezcla de oliva y girasol. Según gustos. Yo utilicé un virgen extra porque al llevar luego yogur, el sabor se suaviza.
3. Añadimos a la mayonesa los yogures naturales y un par de cucharadas de mostaza.
4. Aliñamos con sal y limón.
5. Incorporamos las hierbas frescas, encurtidos y huevo.
6. Rectificamos de sabor y añadimos lo que más nos guste.
Para las patatas asadas.
1. Calentamos el horno a 180 ºC.
2. Pelamos las patatas. En este caso eran pequeñas y fueron enteras.
3. Sobre la bandeja de horno vertemos una fina lámina de aceite. Cuando el aceite esté caliente, echamos las patatas y les damos unas vueltas para que se doren un poco.
4. Asamos durante 60/75 minutos aproximadamente. Sabremos que están listas si al pincharlas, están tiernas.
5. En este momento, se pueden retirar del horno y reservar.
6. Podemos darles un calentón antes de comer, mientras el salmón acaba de hacerse. Les ponemos un pegotillo de mantequilla y espolvoreamos un poco de perejil fresco para darle el toque final dorado y resultón.
Para la ensalada.
1. Lavamos y escurrimos los canónigos.
2. Desgranamos la granada. Lo más cómodo es partirla por la mitad y golpear con el mango de un cuchillo de mantequilla (que tenga peso).
3. Pelamos y partimos los aguacates.
4. Mezclamos todos los ingredientes y aliñamos con una vinagreta suave.
Notas.
- El tema de tapar el salmón con papel de aluminio, no es baladí. Queda más jugoso.
- Esta es una versión de salsa tártara con lo que me apeteció en el momento. La original no lleva yogur e incorpora cebolla. El añadir los yogures lo hice por dos motivos. El primero para hacer más cantidad de salsa con menos aceite. El segundo, suavizar el sabor. Esta versión es menos espesa que la original. Si queréis una salsa más espesa, tendréis que partir de una mayonesa muy espesa e incoroporarle menos ingredientes líquidos.
- Si os queréis lucir, utilizar ingredientes en condiciones. Hierbas frescas, una buena mostaza, un buen aceite. No hay color.
- Como habréis podido apreciar, las patatas no llevan sal ni pimienta. Podéis echársela. En mi caso, como se iban a comer con la salsa, no me pareció necesario. Y así cuidamos un poco la tensión del personal.
- Vale cualquier otra ensalada. Es compensar y que nos acostumbremos a que el verde en el plato es igualmente festivo y rico. Os dejo otra propuesta de ensalada de invierno.
- Como cualquier receta salada, es bastante modificable a vuestro gusto. Pero yo no cambiaría ni el eneldo, ni la mostaza. Son muy amigos del salmón.