Resulta que ayer no tenía pan para las tostadas de mañana. Y eran las 11 de la noche. Y tenía sueño y llevaba todo el día en una silla, pero la necesidad era imperiosa.
Con lo cual tocaba uno rapidito. ¡Un pan! Ejem.
El pan de soda es perfecto para estos menesteres. Más que un pan, es un bizcocho salado. Ni fermenta, ni lleva levadura, ni masa madre ni se hace de rogar. En un periquete obtienes resultados con la dignidad pareja a un lord anglosajón.
En una conjunción de astros alineados la semana pasada la tía Rosa —no es mi tía, pero ojalá lo fuera— había conseguido ruibarbo y se había acordado de mí. ¡Muchas gracias! Cuatro pencas llegaron a mi casa. Cocí una en solitario, con la segunda y la tercera preparé esta mermelada y la cuarta está reservada para ser asada y acompañada con helado de vainilla. Slurp.
Así que, queridos amigos y amigas, finalmente esta mañana he podido desayunar al estilo irlandés pan con mermelada después de aprovechar la bonita luz del amanecer para sacar las fotos de este bodegón con las legañas aún puestas. Han quedado bonitas. Sospecho que dormida hago mejor las cosas. Da que pensar.
Como remate final de este ¡dos por uno! recetil, ni que estuviera yo para tirar la casa por la ventana, creo que todavía no os había enseñado esta joya audiovisual. En primicia, ladies and gentelmen, un vídeo con Ibán Yarza y algunas personitas conocidas intentando aquello de amasar. Que tiempos aquellos en los que éramos fans.
Eh, que la receta del pan de soda sigue siendo suya.
Cierto :-)
Ingredientes.
Para el pan de soda.
· 245 g de harina integral.
· 15 g de harina panificable.
· 3 cucharaditas de levadura química.
· 7 g de sal.
· 35 g de miel.
· 280-300 g de agua (107-115% de hidratación).
· Semillas al gusto, en mi caso pipas de calabaza y semillas de sésamo.
Para la compota de ruibarbo y fresas. (Un tarro).
· 400 g de ruibarbo.
· 200 g de fresas.
· 200 g de azúcar.
· Zumo de un limón.
Preparación.
Para la compota de ruibarbo y fresas.
1. Pelamos los tallos de ruibarbo en el caso de que sea necesario. Si son grandes, suele ser necesario. Con un cuchillo de puntilla y comenzando desde un extremo, retiramos la primera capa de piel, la que tiene el color rojo bonito.Troceamos.
2. Lavamos las fresas y las partimos.
3. En un bol ponemos a macerar el ruibarbo y las fresas con el azúcar. Dejamos que repose unas horas.
4. Añadimos el zumo de limón y ponemos la mezcla a cocer a fuego suave durante unos 20-30 minutos.
5. Trituramos, pasamos por el chino, pasapurés o directamente no hacemos nada. Lo dejo a vuestro gusto.
6. Embotamos.
Para el pan de soda.
1. Engrasamos el molde con mantequilla y harina y precalentamos el horno a 220 ºC.
2. Mezclamos todos los ingredientes sólidos (harinas, sal y levadura química).
3. Añadimos la miel y el agua y removemos con las manos. Es una masa pringosa y líquida, queda una textura similar al barro.
4. Incorporamos las semillas y removemos.
5. Volcamos la masa en el molde. Espolvoreamos con una pizca de harina.
6. Horneamos durante 40 minutos. Desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Notas.
- Con estas cantidades queda una mermelada ligeramente ácida, podéis añadir más azúcar si os gusta más.
- En este post de Sweet & Sour encontraréis todo lo necesario sobre conservas caseras.
- En el blog tenéis otras mermeladas interesantes como la de frutas del bosque o la de tomate.
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