28 de noviembre de 2015

paté de salmón ahumado

paté de salmón ahumado

Propuesta dedicada a todos aquellos que os animéis, por primera vez, a echar una mano en la preparacion de viandas durante las próximas francachelas que se nos avecinan.

Bienvenidos y bienvenidas seáis. Seguro que la madre, abuelo, tía, amigo o perro que se encargue del menú familiar para los cien mil hijos de San Luis os lo agradecerá. Y el resto de la familia también.

Esta es una receta —por llamarle algo— que no mancha, ni quema, tampoco salpica, apenas cuesta y, sobre todo, no decepciona.

Vamos, que no hay excusa ;)

La idea estupenda es de webosfritos.

También aprovecho para contaros que esa tarjetita preciosérrima que veis en la foto fue fruto de un taller de impresión tipográfica o letterpress al que tuve la suerte de acudir ayer. Laura y Tono, de Manchea, nos enseñaron la delicadeza y precisión que este trabajo, casi extinto, requiere. Ellos, hoy en día, pergeñan arte sobre papel haciendo funcionar máquinas centenarias que continúnan siendo sensibles a la presencia de micras de papel. Historia viva.

Ingredientes.

· 200 g de salmón ahumado —podéis aprovechar los restos de los canapiés de otras comilonas previas—.
· 150 g de queso de untar.

· 1/4 de bulbo de fiuncho.
· Un pepinillo en vinagre.

Preparación.

1. Ponemos todos los ingredientes en el baso de la batidora y trituramos a conciencia.

2. Reservamos en la nevera hasta que nos lo vayamos a comer.

3. Servimos con tostaditas de pan, galletas mariñeiras, colines, regañás...

Notas.

- Podéis adornar con alcaparras o tiritas de salmón o pepinillos en rodajitas o no adornar que, total, luego la gente sólo zampa.
- Si no os gusta el hinojo podéis sustituirlo por cebolleta.
- El eneldo y el salmón siempre se llevan muy bien.
- Jugad porque la receta admite cualquier cambio. 

paté de salmón ahumado

18 de noviembre de 2015

tarta de queso con membrillo

tarta de queso con membrillo

Vamos ya por cuatro primaveras noviembres.

Qué barbaridad. 

Iba a añadir que parece que fue ayer, que qué rápido pasa el tiempo, que cómo crece la criatura, que aún ayer dormía entre mis brazos y hoy sale a peinar la noche...

... pero no. El reloj en Cortapicos corre diferente. Cada entrada requiere muuuuuucho tiempo dedicado. Servidora, que es cual conejito blanco de Alicia, se ha tenido que acostumbrar a que lo que querría para ayer, con suerte está listo en tres semanas. ¡Y sólo depende de mí! Creo que el karma me está devolviendo todas las veces que he hecho bajar a la pobre Elena del coche en marcha.

Para muestra, un botón. Esta tarta ha tardado un año, ¡UN AÑO! en ver la luz. En nuestro tercer aniversario, mi tesoro, intentamos una primera versión con trágico desenlace. Este año hemos conseguido hincarle el diente y hasta tener elegantes invitados. La versión definitiva llegará cuando las ranas críen pelo, no lo dudéis.

Por eso, estos cuatro años molan. Porque han durado mucho comidísticamente hablando. Porque me lo paso bien guisando y escribiendo por acá. Hace unos meses pensaba que este bloguito es de las pocas cosas que realmente estoy haciendo bien. Solo recibo alegrías y buenas palabras. No sabéis cuánto lo agradezco.

Me quedan 7 minutos escasos de cumpleaños. Voy a publicar. Lo dicho. Con tiempo y margen. Que este blog se escribe y se cocina de vagar ;)

Ingredientes.

Para la base.

· Un paquete de galletas digestive.
· Un puñado de nueces.
· 85 g de mantequilla.


Para la masa.
· 150 g de queso de tetilla.
· 200 g de nata para montar.
· 500 de queso mascarpone.
· 150 g de azúcar.
· Una pizca de sal.
· Una cucharadita de esencia de vainilla.
· 3 huevos.
· Una cucharada colmada de harina.

Para el dulce de membrillo.

· 2 membrillos.
· 1 manzana tabardilla pequeña o media grande.
· Zumo de un limón.
· Azúcar (la mitad del peso de la fruta).


Preparación.

La base.
1. Preparamos la base. Desmenuzamos las galletas y trituramos las nueces. Mezclamos todo con la mantequilla derretida hasta obtener una textura de arena mojada.
2.  Cubrimos la base del molde con una capa de galletas. Es importante presionar lo justo, ni mucho ni poco, para que no quede demasiado compacto.

El relleno.
1. En el recipiente de la batidora trituramos el queso de tetilla con la nata hasta obtener una crema sin grumos.
2. En un bol amplio batimos el queso mascarpone con la batidora de varillas. Agregamos el azúcar y la crema de nata y queso. Seguimos batiendo hasta homogeneizar el conjunto.
3. Añadimos una pizca de sal y los aromatizantes que queráis: vainilla, ralladura de limón, unas gotas de ron, etc.
4. Incorporamos los huevos y batimos. No se echa un huevo hasta que el anterior esté completamente integrado.
5. Añadimos la cucharada de harina y removemos hasta que no queden grumos.
6. Vertemos la crema sobre la base de galletas.
7. En el horno precalentado a 200 ºC introducimos la tarta. Horneamos a esta temperatura durante 10 minutos y después, a 100 ºC, mantenemos la tarta otros 40 minutos. Es importante no abrir el horno durante la cocción para evitar cambios bruscos de temperatura que agrieten la superficie.
8. Apagamos el horno y dejamos la tarta dentro hasta que se atempere.
9. Reservamos durante una noche en la nevera. 

El dulce de membrillo.
1. Pelamos y troceamos la manzana y los membrillos.
2. En un bol cubrimos la fruta con el azúcar y el zumo de limón. Dejamos macerar durante unas horas.
3. Cocemos la fruta a fuego suave durante unos 45 minutos o hasta que la fruta esté blanda.

4. Trituramos a conciencia con la batidora.
5. Continuamos la cocción removiendo constantemente con una cuchara de madera. Sabremos que el membrillo está listo cuando al meter la cuchara en vertical sobre el membrillo, se sostenga.


Montaje.
1. Vertemos el puré de membrillo aún caliente sobre la tarta, alisamos la superficie y dejamos enfriar.


Recomendaciones.

- Para estas cantidades tenéis que usar un molde más pequeño que el que he utilizado en esta ocasión (un molde cuadrado de 24 cm de lado). Así la tarta quedará más hermosa al ser más alta. El mío bueno estaba en el faro, cosas del nomadismo. Debería llevar todo en el coche.
- Es muy suave de sabor. Creo que se puede aumentar la cantidad de queso de tetilla sin miedo. 
 

  
 

10 de noviembre de 2015

pitas rellenas de verduras y labne

pitas rellenas de verduras y labne


He aquí una receta de las de hacernos muy felices.

Sabéis de mi afición por plagiar recetas de barecillos varios como el tiramisú enxebre o el postre de yogur, manzana y albahaca de A Trabe. Pues bien, de allende el mar Cantábrico y el canal de La Mancha os traigo una receta de tinte mediterráneo. Y no, no es un traspiés geográfico digno de la Antología del disparate —en Holanda, de cada cuatro habitantes uno es vaca—. Todavía no desparramo tanto, sino que una de las muchas cosas buenas de la Gran Bretaña es que puedes probar comida buena de cualquier rincón en cualquier esquina.

De mi reciente viaje por aquellos lares me traigo varios recuerdos comidísticos. Uno, el mejor curry ever de un restaurante especializado en comida de Bombay; amén de otros platillos interesantes indios que, si consigo localizar al menos un ingrediente, espero enseñaros algún día. El segundo, esta receta de pan plano con cosas —¿qué hay mejor que el pan con cosas?— del bueno, bonito y barato local griego mediterráneo 4023, Birmingham city.

Claramente, esta es mi versión. Está adaptada a mi amor incondicional por el libro de Iban Yarza —ejem, sólo por el libro— y a las vicisitudes de hacer la compra un domingo en mi querido barrio de ciudad de provincias. Previsión, lo llaman. Encontrar el queso halloumi de la receta original fue misión imposible, pero una es una chica de recursos.
 

Anímenseme a hacerla porque la receta bien merece un buen bocado. O dos.

Nothing else ;)
 
Ingredientes.

Para las pitas.
· 375 g de harina panadera.
· 25 g de harina de centeno.
· 250 g de agua.
· 10 g de azúcar.
· 5 g de sal.
· 1,5 g de levadura seca.

Para el labne.
· 2 yogures naturales.
· Sal.
· Aceite de oliva virgen extra.
· Hierbas para aromatizar.

Para el relleno.
· Una berenjena.
· Un calabacín.
· Un puerro.
· Un tomate.
· Dos zanahorias.
· Una cebolla.
· Unas hojas verdes; lechuga, berros, canónigos.
· Queso de cabra desmigado.

Preparación.

Las pitas.

1. Mezclamos todos los ingredientes en un bol. Comenzamos a amasar con las manos hasta que sea una masa que no se nos agarre demasiado. Dejamos reposar 15 minutos.

2. Pasamos la masa a la mesa y continuamos amasando, plegándola sobre si misma y rodándola sobre la mesa. Al cabo de unos 5 minutos debería ser una masa manejable. Dejamos reposar de nuevo media hora.

3. Dividimos la masa en porciones de 80 gramos. Salen 8 aproximadamente.

4. Boleamos cada porción haciéndola girar sobre nuestras manos o sobre la mesa. En el minuto 18 de este vídeo podéis ver a Su boleando. Estiramos cada bolita con el rodillo hasta obtener una oblea de 15 cm de diámetro. En este paso es útil espolvorear algo de harina sobre la mesa y el rodillo para que no se pegue.

5. Colocamos las pitas sobre una hoja de papel de hornear (dos por papel) y dejamos levar 15 minutos.

6. Llega el momento de hornear. Es el punto más importante de esta receta. El horno tiene que estar muy muy caliente. Para ello hay que calentarlo previamente, bandeja incluida, durante 30/40 minutos a 250ºC. Es importante tener esto en cuenta para encender el horno con la previsión adecuada.

7. Metemos las pitas en el horno, dos por tanda. Si el horno está lo suficientemente caliente comenzarán a hincharse al medio minuto aproximadamente. Cuando transcurran dos minutos les damos la vuelta para que se cuezan de forma homogénea y horneamos otro par de minutos.

8. Sacamos las pitas del horno y las reservamose en un paño limpio hasta su consumo. 

El labne.

1. Removemos los yogures añadiendo una pizca de sal. Dejamos escurrir el lácteo sobre un colador forrado a su vez con papel de cocina o una gasa durante unas horas hasta que tenga la consistencia deseada. Os recomiendo 4 ó 5 horas en este caso. Nos interesa una textura que sirva para untar, no demasiado líquida.

2. Añadimos un chorro de aceite virgen extra.

El relleno.

1. Lavamos bien todas las verduras. Pelamos aquellas que sean necesarias y escurrimos bien las hojas verdes.

2. Troceamos en rodajas finas todas las hortalizas excepto las hojas verdes que dejaremos enteras o en juliana.

3. En una sartén o plancha vamos cocinando las hortalizas que lo requieran con unas gotas de aceite de oliva a fuego medio fuerte. Es importante ir cocinando cada una el tiempo que requiera. Salamos.

4. Reservamos sobre un papel de cocina absorbente.

Montaje.

1. Abrimos una pita con un cuchillo de sierra. Rellenamos con las verduras a la plancha, el tomate fresco y las hojas verdes. Desmigamos un poco de queso de cabra y aliñamos con un par de cucharadas del labne.

Notas.
- Podéis hacer las variaciones que os apetezca con el relleno. Todo va a estar bueno. El relleno original que yo comí incorporaba también patatas fritas. Era contundente.
- Calentad muy bien el horno. En mi caso no se hincharon las pitas hasta la tercera hornada en la que ya había alcanzado la temperatura. El resto nos las comimos igual, pero la gracia es que se inflen.
- Si amasando notáis que la masa se contrae, dejadla reposar un rato más.
- Tanto en este vídeo como en este texto podéis ver como se realiza el labne. 

pan de pita