Como os conté el otro día la semana pasada me fui a La Rioja. No había estado nunca y me he quedado con muchas ganas de volver. No me dio tiempo a ver ni la mitad de lo que quería y os aseguro que era una parte muy pequeña de lo que realmente se puede ver. Así que como abrir de boca ha estado bien.
Como en todo el norte, se come estupendo y contundente. Aunque tampoco di cuenta de su gastronomía todo lo que daba de si. Ni en bebercio ni en comercio. Me quedo con una tacita de caldo que me sirvieron en un bar en Santo Domingo de la Calzada capaz de resucitar a un muerto (o a alguien congelado como era mi caso) y un estupendo pimiento relleno de bacalao y jamón.
Mi pena fue no poder traerme alcachofas frescas, aunque las vi en varias huertas alrededor del pueblo donde me alojaba. Lo cambié por una buena pieza de chorizo de Nájera (picante) y medio kilo de caparrones (alubias pintas) que intentaré preparar en otra ocasión.
Con este chorizo y unas buenas patatas gallegas, mi homenaje a esta región con uno de sus platos estrella, las patatas a la riojana.
Ingredientes. (3-4 personas)
· 1 cebolla grande.
· 1 pimiento verde.
· 200 g de chorizo (mejor de La Rioja!)
· 2 pimientos choriceros.
· 8 patatas medianas.
· Aceite de oliva.
· Sal.
· Una cucharadita rasa de pimentón.
· Caldo de verduras.
Preparación.
1. Pelamos y cortamos la cebolla en cuadrados. Comenzamos a pocharla en una cazuela con dos o tres cucharadas de aceite a fuego medio.
2. Lavamos el pimiento y también lo troceamos pero no muy pequeño. Cuando la cebolla esté transparente lo añadimos también a la cazuela.
3. Cuando la cebolla y el pimiento ya estén sofritos incorporamos el chorizo cortado en rodajas.
4. Pelamos y lavamos las patatas. Luego hay que cascarlas. Es decir, cortarlas pero comenzando con el cuchillo y luego rompiéndolas (sin hacer un corte limpio). Volcamos las patatas sobre el sofrito y damos vueltas para que cojan color y sabor.
5. Agregamos la cucharada de pimentón y removemos bien y rápido para que no se queme. Echamos los pimientos choricero, un pellizco de sal y cubrimos con el caldo de verduras.
6. Cocemos a fuego suave 40-50 minutos. A mitad de la cocción podéis aprovechar para quitar la pulpa de los pimientos choriceros rascando con un cuchillo e incorporarla al guiso.
7. Cuando las patatas estén tiernas, probamos de sal, rectificamos de ser necesario y desengrasamos el plato con un cazo.
Recomendaciones.
- Si no tenéis caldo, hacedlo con agua, no pasa nada.
- Si queréis un caldo más espesote dejáis reposar el guiso o "esmagáis" un par de patatas y las incorporáis al caldo.
- Si lo dejáis enfriar será más fácil quitar la grasa que haya subido a la superficie.
- Se le puede dar un hervor al chorizo primero en otra olla con agua para que suelte ahí la mayor parte de la grasa, pero para mi gusto, pierde la gracia del "sofrito".
- El chorizo puede no ser picante.