20 de abril de 2015

masa de empanadillas

masa de empanadillas

Prescripción para lunes de bien.
Desperezarse y quitarse las legañas con agua fría.
Desayunar media docena de empanadillas y un zumo de naranja.
Y volver a ver este vídeo. Que una siempre se ríe.
A partir de ahí todo vendrá rodado. 
Si os habéis comido la media docena el rodamiento será mayor, claro.

Pero es que los desayunos salados tienen un no sé qué o qué se yo que tira fuerte.
Y si no, que se lo digan a una tortilla recién hecha a las 9 de la mañana.
Zuzpiro.

Para que no penséis que solo pienso en vacaburrismos os dejo la adivinanza que nos propuso @principiamarsupia esta mañana siguiendo mi cometido existencial de hacer de vuestro lunes, un poco menos lunes. Si alguien duda de que planteando intrigas matemáticas esto pueda suceder, no acaba de conocerme como hija de mi señor padre, y debería no tenérmelo en cuenta y pasar al siguiente párrafo.





Lo que sí debéis leer para saber todo y más de la masa de las empanadillas es esta entrada de El invitado de invierno. Es otro de mis sitios de referencia. Escribe irónicamente bien y cocina todo lo que me gustaría saber hacer a mí. Sin nada de edulcoramiento y con bodegones de postín.

Por último, gracias Ale por tu colaboración "espontánea". Nada como tener amigas que te vengan a visitar y que terminen haciendo más de 30 miniempanadillas. Me voy a quedar más sola que la una ;)


Ingredientes. (unas 30 miniempanadillas)

· 110 g de vino y agua (mitad y mitad).
· 110 g de aceite de oliva.
· 340-350 g de harina floja o de repostería. Esta es la harina "normal", la que se suele encontrar fácilmente en las tiendas.
· 1/2 cucharadita de sal.
· Un huevo.
· El relleno que gustéis.

Preparación.

1. En un bol se ponen los ingredientes líquidos con la sal.
2. Se añade la harina poco a poco y se mezcla hasta obtener una masa homogénea. No hay que amasar, simplemente mezclar. Es importante esto último para que no se desarrolle el gluten y la masa sea más trabajable.
3. Hacemos una bola, cubrimos con papel film y dejamos reposar sobre una hora. Así la masa se relaja.
4. Estiramos la masa con un rodillo, como es bastante aceitosa no se pega a la encimera. Tenéis que dejarla fina, como de 2 mm de espesor.
5. Una vez estirada, vamos cortando círculos con un vaso, cortapastas, etc.
6. Ponemos una cucharada de relleno en cada círculo.
7. Plegamos el círculo por la mitad y pegamos sus bordes. Suele ser más fácil si pasáis un dedo húmedo por encima.
8. Hacemos las filigranas oportunas a la empanadilla, bien apretando los bordes con un tenedor o haciendo repulgos si domináis la técnica. Yo no tengo ni idea.
9. Ahora toca el turno de elegir si hornear o freír.
- Horno. Se pincelan las empanadillas con huevo batido y se introducen en el horno a 180 ºC durante 20 o 25 minutos.
- Sartén. Se fríen en aceite de oliva virgen con cuidado de que no se nos queme el aceite.

Notas.


- Es una receta muy fácil. El único problema que podéis encontraros es que la masa se contraiga al estirar. Es debido al desarrollo del gluten. Por eso hay que seguir específicamente las indicaciones de: utilizar harina floja, no amasar y dejar reposar la masa. He de confesar que yo no seguí la primera de ellas porque no tenía harina normal —a quen llo conte...— y tuve algunos problemitas. El mal mayor es que cortas círculos de 8 cm y en 30 segundos son de 7 o 6. Por eso salieron estas miniempanadillas :P
- En vez de vino y agua, podéis utilizar también leche o cerveza.

- En vez de aceite de oliva, podéis utilizar también manteca de cerdo.
- Mi relleno fue de sobras de nevera. Tenía medio bote de tomate frito, tres champiñones solitarios y dos aceitunas tiesas. Le sumé un sofrito de cebolla, un huevo cocido y picado y una lata de atún. No se puede conseguir más con menos.

masa de empanadillas




16 de abril de 2015

crema de calabaza y naranja

crema de calabaza y naranja


Antes de que este sol traicionero cause más bajas de lagartijas con resfriado por exceso de confianza, os voy a enseñar un plato de cuchara con el que entrar el calor después de bañaros en el atlántico norte en abril o dar un paseo en mangas de camisa.

Cada temporada de purés y cremas siempre hay uno que, por novedoso, destaca sobre el resto y en el que reincidimos semana tras semana. Este año le tocó al color y sabor naranja. El otro día vi a una señora vestida de butano de pies a cabeza. ¡Qué bárbara! Llamaba la atención por encima de la media andando cual bombonita bamboleante —si es que una bombona puede bambolear ¿bombolear?— sobre el puente viejo de Cedeira.

Cabe señalar que estoy aprendiendo de Carabiru y Etringita a hacer fotos de los ingredientes. Ellas son expertas y hacen fotos preciosérrimas antes y durante el proceso cocinístico. Mérito tienen, os lo puedo asegurar, porque no hay nada que joda más en este mundillo que en pleno apogeo parar, lavarse las manos, coger la cámara e intentar disparar algo decente mientras, evidentemente, se te quema la cebolla. Luego hacen hasta collages. Vaya dos fenómenas. No les perdáis la pista. Ni en esto, ni en sus otras muchas actividades.

Receta inspirada de un poco de aquí, Anita Cocinitas y de acullá, Sabores de Colores.


Ingredientes.


Cosas naranjas, a saber:

cosas naranjas

· La señora del puente viejo.
· Un par de zanahorias.
· Unos 500 g de calabaza.
· Una naranja.
· Un puerro. ¿Un puerro naranjaaaaaaaa?
· Un trocito de jengibre. Daltónica.
· Sal y pimienta. En serio, la vida no son blancos y negros.
· Aceite de oliva. Muy por los pelos.
· Agua. Basta.

Preparación.

1. En una pota pochamos el puerro picado con dos o tres cucharadas de aceite de oliva. Mientras pelamos y cortamos las zanahorias y la calabaza.

2. Exprimimos la naranja reservando su zumo y rallamos su piel.

3. Echamos el jengibre picadito, la mitad de la ralladura y las hortalizas troceadas a la olla. Removemos durante unos minutos.

4. Añadimos el zumo de naranja, cubrimos con agua y echamos una pizca de sal y/o pimienta. Dejamos cocer durante 20-30 minutos hasta que las hortalizas estén cocidas.

5. Trituramos con la batidora concienzudamente. Rectificamos de sal.

6. Servimos muy caliente acompañada de una cucharada de yogur natural o un chorro de nata líquida y espolvoreamos un poco de ralladura por encima.

Recomendaciones.


- Podéis reservar la mitad del zumo y añadírselo después al final del cocinado.
- Podéis variar los cítricos, cambiar las naranjas sanguinas por naranjas normales o mandarinas.
- Si prescindís de las zanahorias también está muy buena. Yo tenía estas recién traídas del huerto Luaces y no podía no aprovecharlas.
- Con todas las fotos bonitas que os he puesto en este post me voy un poco a llorar a la cama después de ver las mías. Sniff.