24 de noviembre de 2019

rosquillas de naranja

rosquillas de naranja

El lunes 18 de noviembre el blog cumplió ocho años y sabéis que me gusta celebrar estas cosas. Me parece un logro que continúe.

Ayer estaba en casa sola y aburrida, con tareas pendientes que no me apetecían y era ¡de día! Se daban las condiciones perfectas para ponerse el delantal (metafórico), trastear y sacar fotos con luz natural. Llevaba tiempo queriendo probar y tener una receta de rosquillas (me gustan mucho las rosquillas) y, aunque siempre es lío ponerse a hacer dulces fritos, estas no llevan demasiado tiempo.

Buscaba unas rosquillas esponjosas y la receta de Cocinera y madre da lo que promete y, además, con vídeo. Gracias.

¡Ay! Ese momento en el que probé la primera rosquilla solo para saber si iba por buen camino no porque me pueda el ansia– y era tierna y blandita y buenérrima, fue la celebración que estaba buscando con mi mismidad y una constatación más de todas las razones por las que escribo aquí y por la que seguir ocho años más.

Luego metí todas las rosquillas en una lata y las fui repartiendo a lo largo de la tarde porque, como todo en la cocina, es mejor si es compartido :)

PD. El precioso pie de tarta de Bordallo Pinheiro me lo trajo María desde Lisboa.

Ingredientes (para unas 20/22 rosquillas)

· 500 g de harina de trigo común
· 150 g de zumo de naranja
· 150 g de aceite de oliva
· 80 g de azúcar
· 2 huevos
· Un sobre de levadura química
· Una pizca de sal
· Ralladura de naranja
· Unas gotas de licor de naranja
· Piel de naranja

Para freír

· Aceite de oliva abundante.


Para espolvorear

· Azúcar y canela

Preparación

1. Infusionamos el aceite con la piel de naranja. Calentamos el aceite sin que llegue a hervir ni humear con la monda de naranja. Dejamos enfriar por completo.

2. Exprimimos el zumo y rallamos la naranja.

3. En un bol mezclamos todos los ingredientes (harina, azúcar, sal y levadura, aceite, zumo, ralladura y huevos) hasta que estén bien integrados. Utilizad una rasqueta o vuestras manos. La masa es bastante pegajosa. No os asustéis y resistid las intenciones de echarle más harina. Cuando esté bien mezclada, se deja reposar tapada, al menos 30 o 40 minutos. Yo me fui a ver dos capítulos de Friends.

4. Durante el tiempo de reposo, la masa se transforma y se hace manejable. De todas formas, embadurnaros las manos con un poco de aceite de oliva para el formado.

5. Para formar las rosquillas hay dos formas. Cogemos una porción de masa, la estiramos en forma de cilindro y la enrollamos sobre sí misma o hacemos una pequeña bolita y le practicamos un agujero que después abrimos.


6. Freímos en aceite abundante aceite. A mí me gusta hacer las frituras en un cazo. Tenemos que ir de pocas en pocas rosquillas. El aceite debe estar caliente, aunque no demasiado, se tienen que dorar, pero también hacer por dentro. En mi cocina de inducción iba alternando entre el 6 y el 7 (en una escala de 1 a 9).

7. Sacamos las rosquillas y las escurrimos. Suelo hacer doble "escurrimiento" porque así hacía mi abuelo Fernando las croquetas. Primero, en un colador de malla y luego sobre un plato con papel absorbente.

8. Antes de que se enfríen rebozamos las rosquillas con una mezcla de azúcar y canela (piii, pii, pi, pimienta y claaaaavo, pimienta y claaaavo).

Notas

- Se puede hacer una variante con limón y anís.
- Utilizad un aceite de oliva virgen de una variedad suave (arbequina por ejemplo). Si os sabe mucho a aceite, podéis utilizar uno refinado o mezclar con girasol. Cada uno, que escoja.
- Freír pocas rosquillas a un tiempo (en mi caso fui de dos en dos) mejora notablemente la calidad de la fritura. Se controla mejor la temperatura y no se empapuzan en aceite.


rosquillas de naranja