Igual os preguntáis porque no escribo recetillas. Es que en este mes de septiembre han sucedido muchas cosas. Tengo mi primer trabajo formal y el no-sé-qué-número informal. Además de un verano más sobre mis hombros y una asignatura menos sobre mi conciencia. Esto implica que tengo menos ratitos de bloj.
Aunque algo he trasteado en la cocina. Repetimos la gloriosa hazaña del hojaldre estival con nada más y nada menos que tres docenas de natas que duraron lo que un suspiro. A cambio comí tarta de chocolate en un bonita reunión cumpleaños con globos y gente buena.
Pero he vuelto a mi esencia, la de las recetas rápidas y resultonas que solucionan la papeleta diaria. Allá en el pleistoceno de este blog publicaba una primigenia versión del pollo al curry. He tardado ¡cuatro! años en introducir aquellas mejoras de las que hablaba en las notas. Una se toma su tiempo, oiga.
Pero me alegra comprobar que he subido un peldaño en la fotografía :-)
Esta receta está elaborada mano a mano con Ana un día al bajar de la escuela con cierta —¿mucha?— hambruna. Seguimos pautas de este pollo al curry en diez minutos de Directo al Paladar que cumple todas las expectativas. La receta pica un poquito, pero con pan y salsa las penas son menos.
Ingredientes. (2 personas).
· Una pechuga de pollo.
· Aceite de oliva.
· 400 mL de leche de coco.
· Una cebolleta o un puerro.
· Un diente de ajo.
· Un trocito de jengibre del tamaño de un diente de ajo.
· Una guindilla cayena.
· Tres cucharadas de tomate triturado.
· Una cucharadita de curry en polvo o pasta de curry.
· 1/2 de cucharadita de cúrcuma.
· 1/4 de cucharadita de cominos.
· Sal.
· Pimienta.
· Perejil o cilantro frescos para decorar.
Preparación.
1. Picamos muy finamente la cebolleta, el diente de ajo, el jengibre y la cayena. Troceamos el pollo en cubos.
2. En una sartén capaz añadimos dos cucharadas de aceite y sofreímos la cebolleta unos 3 ó 4 minutos. Cuando esté dorada añadimos el ajo, el jengibre y la cayena. Removemos. Añadimos el tomate. Damos un par de vueltas y añadimos todas las especias.
3. Incorporamos el pollo. Salpimentamos y cocinamos a fuego alegre unos minutillos más.
4. Añadimos la leche de coco y dejamos reducir, a fuego medio, hasta que la consistencia de la salsa esté a nuestro gusto.
5. Espolvoreamos el perejil o cilantro picados y acompañamos con arroz basmati.
Notas.
- A mí no me gusta el coco. Ni el agua de coco, pese a tomarla de cocos locales en Cocales. Ni las cocadas ni el coco rallado sobre los pastelitos. Tampoco el Malibú con piña. Con esto os quiero decir que tenía mis dudas sobre la leche de coco. Pues bien, como dijo Ana, el curry gana. NO sabe a coco.
Uffff... Qué pintaca tiene eso. ¡Me la apunto, Lucía!
ResponderEliminar¡¡Espero que te guste!! Es rápido y soluciona cualquier comida apurada de una manera muy digna :)
EliminarEl curry gana siempre! ;)
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