Asomo la nariz para no faltar a nuestra cita del verano de receta con calabacines para estos tiempos de producción abundante.
Estos medallones o tortitas de calabacín son una buena opción para cenas sanotas y fáciles. Existe la "leyenda urbana" (igual a mi tía me pregunta) de que siempre cocino elaboradamente basada en que me divierte enredarme un poco más cuando viene gente a casa. Pero no, que nadie se engañe, normalmente todo es bastante sencillo y rápido, más parecido a este tipo de receta. La receta es de Liliana Fuchs para la web de Directo al paladar.
Y después de esta pequeña actualización, aprovechando que tenía que encender el ordenador para unos trámites aburridos, me vuelvo a holgazanear que sienta muy bien a veces.
¡Contadme cosas!
Ingredientes (para unos 10/12 medallones)
· 2 calabacines pequeños
· 2 huevos
· 25 g de queso manchego rallado
· 25 g de pan rallado (un par de cucharadas aproximadamente)
· Sal
· Perejil o alguna hierba fresca que tengáis por casa
· Pimienta negra
Preparación
1. Rallamos el calabacín. Lo escurrimos muy bien, estrujándolo con un trapo, se trata de quitarle la mayor cantidad de agua posible (y el calabacín tiene mucha).
2. En un bol mezclamos el calabacín rallado, los dos huevos, el queso y el pan rallado y sazonáis al gusto con sal, aceite y perejil picado. Os tiene que quedar una amalgama manejable.
3. Preparamos una bandeja de horno con papel de hornear. Cogemos una porción de masa y le damos forma de pelotilla y la aplanamos con la mano sobre la bandeja para que coja la forma de medallón. Nos podemos engrasar ligeramente las manos con aceite de oliva para que no se nos peguen.
4. Horneamos a 180ºC durante aproximadamente 15/20 minutos. Yo suelo darles la vuelta a media cocción ayudándome de una espátula. Tienen que quedar doradas por ambos lados.
5. Podemos acompañar estos medallones con salsa de yogur, salsa de tomate, una buena ensalada o utilizarlas de guarnición para alguna otra comida.
Notas
- La receta original también incorpora un poquito de tomate concentrado a la masa para realzar sabor. Yo no suelo tener, así que las hago sin él y quedan bien igualmente.
- Lo más importante es escurrir el calabacín, es la clave del éxito para que la tortita coja forma.
- La vez que saqué la fotografía, también rallé una zanahoria moribunda que había en la nevera, por eso veis esas pinceladas naranjas.
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