Esta es la entrada habitual sobre bonito del norte de cada verano. Este año hemos optado por una versión del bonito encebollado que, como todas las recetas que triunfan en mi casa, es de salsa de toma pan y moja.
Es difícil, pero hay que seguir buscando buenos ratos y la cocina ayuda.
Os escribo esto desde una huerta de Ciudad Rodrigo rodeada de nectarinas, ciruelas, moras, viñas, melocotones, pavías... un auténtico vergel por el que pasear, recoger –y comer– fruta directamente del árbol todo el día. Luego hacemos mermelada. ¿Quién está feliz?
Además, como estoy rodeada de una familia vasca, almorzamos txistorra, comemos vainas y puerros y bebemos vino del porrón. Eskerrik asko :)
Ingredientes (para 3/4 personas)
Preparación
1. Preparamos la rodaja de bonito. Para ello le quitamos la piel y las espinas y troceamos el bonito según nuestro gusto. Normalmente se suele dividir en los cuatro cuartos de cada rodaja, pero a mí me gusta hacer trozos más pequeños. Reservamos
2. Pelamos las cebollas y las cortamos. En mi caso, escogí el corte en juliana fina, medias lunas. Pelamos y laminamos también los ajos.
3. En una cazuela capaz, sofreímos la cebolla y el ajo con aceite durante unos 15 o 20 minutos, que estén bien dorados, a fuego no muy fuerte.
4. Transcurrido ese tiempo, añadimos el orégano, el laurel y el pimentón al sofrito, dando vueltas para que no se queme el pimentón.
5. Añadimos el vino blanco seco y llevamos a ebullición para que se evapore el alcohol.
6. Añadimos el agua y dejamos hervir la salsa unos cinco minutos.
7. Incorporamos ahora los trozos de bonito para cocinarlos conjuntamente. El tiempo es orientativo según el tamaño de los trozos, pero entre 5 y 10 minutos, no más, para que no se quede seco.
8. Salpimentamos al gusto y espolvoreamos perejil fresco picado.
Notas
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