Nunca os cuento cosas de mi abuela Pilar. Cierto es que no tengo tantos recuerdos en la cocina asociados a ella, como los tengo de mi abuela Mamalú. Pero una cosa no quita la otra. Y en este bloguito cabe de todo. Además recuerdo una vez que hicimos mano a mano unas 200 minicroquetas para una fiesta de recopete de la cual era anfitriona.
Era una señora tremendamente divertida. Siempre tenía conversación amena y saber estar. Escribía muy bien y le gustaba el teatro. Era guapa y elegante como pocas. Generosa como ninguna. Nos llevaba e invitaba a todos lados. Le gustaba que fuéramos tranquilos, buenos —ahí yo tenía muchos puntos ganados— y achuchables —ahí los volvía a perder—. Conducía algo deprisa y en el coche siempre había una bolsa de 3D. También jugaba al bridge, al pádel y al tetris con nosotros. Cuando estábamos todos en su habitación, durmiendo en colchones sobre el suelo, era feliz. Me enseñó muchas cosas, no sabes cuantas, y cada vez me doy más cuenta.
Me quería mucho, mucho, y me escribió una de las cosas más bonitas que me han escrito nunca, cuando apenas tenía unas horas de vida.
Procuro tenerlo siempre presente.
¿Por qué hoy este texto? Porque la bandeja de las bicis viene desde su casa, el color y sabor de este gazpacho son fantásticos y alegres y me recuerdan a los veranos en Cádiz con ella.
Aunque realmente tampoco hacen falta razones.
PD. Receta, muy buena, de Mercado Calabajío. Por variar.
Ingredientes.
· 6 tomates medianos maduros (sobre 1.250 g)
· Una remolacha cocida.
· Un diente de ajo pequeño.
· Un trozo de pan.
· Agua.
· Aceite de oliva virgen extra.
· Vinagre de jerez.
· Sal.
Preparación.
1. Ponemos el pan duro con el agua en el recipiente donde vayamos a batir.
2. Lavamos los tomates y les quitamos el pedúnculo. Troceamos.
3. Pelamos y cortamos la remolacha y el diente de ajo.
4. Añadimos las hortalizas al recipiente.
5. Aliñamos con el aceite, el vinagre y la sal.
6. Batimos con la batidora hasta que no queden tropezones. Si está muy espeso añadir más agua.
7. Probar y rectificar de sal, aceite y vinagre en el caso de ser necesario. Al gusto.
8. Pasarlo todo por un pasapurés/chino y enfriar antes de consumir.
Notas.
- La remolacha se cuece con piel en agua hirviendo durante 20 o 25 minutos. También se pueden utilizar las que ya vienen cocidas. En este caso tened la precaución de lavarlas muy bien para quitarles el sabor ácido.
- Se puede añadir a este gazpacho un poco de pimiento o, incluso, de manzana. También se puede utilizar la remolacha cruda y añadir cerezas como esta versión de Mònica en El Comidista.
- Acompañad con una guarnición que os guste: jamón picado, huevo cocido, hortalizas en daditos, unas migas de queso.
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