Con una abuela medio inglesa y otra de Fuencaliente, un abuelo de Estella y otro de Luarca y habiendo vivido en la república independiente Candieira —ajena a cualquier contacto con la civilización— puede deducirse que no he crecido entre las recetas tradicionales dulces de esta esquinita de la península.
Pero se van descubriendo poco a poco. Los comienzos son duros véase las eses cedeiresas —¿por qué este dulce? ¿por qué?—, el queique de Durán, las mantecadas o las bizcochadas. De la bolla de manzana (bola de mazá) es fácil enamorarse rápido, pero la bolla de azúcar te acaba conquistando tenaz con el paso de los años.
Los freixós y las orejas caen fácil de la mano de las madres dispuestas que pululan por ahí. Sólo hay que ser la amiga encantadora de sus hij@s, y a esto, amigüitos, no hay quien me gane ;)
Si eres hábil y amplías tu círculo de víctimas al resto de comarcas probarás galletas de nata, tarta larpeira, rosca de yema, etc.
Y si no, siempre se puede recurrir a la gran tarta de Santiago. Que cuando está buena, está muy buena. Con esta gran frase, o ejercicio de aseveración por mi parte, quiero señalar que no todas las tartas del apóstol que existen por ahí, ejem, merecen mi beneplácito. Porque una es un poco petarda.
¿A qué viene esta perorata dulcística gallega?
A que me gusta mucho aprender y conseguir que estos dulces me salgan bien. Tienen un plus de satisfacción. Algo tendrá que ver con el territorio, el lugar, la memoria... o con donde nacen o pacen las vacas, vaya.
Como dato completamente insustancial y rompiendo la magia del momento "místico" creado en el párrafo anterior, nada mejor que merendar bica con chocolate un domingo después de haber salido, pero en el que te has levantado para trabajar igualmente. Viendo a Aragorn en la Posada del Pony Pisador. Eso resucita a un muerto. Ea.
La receta es de Unodedos, uno de los mejores blogs de recetas gallegas. También me he informado en Recetas de Rechupete o Gastronomía en verso, todos gallegos ilustres con sendas recetas de bica.
Por cierto, etiqueta kilómetro cero. Excepto el azúcar y canela, azúcar y canela (piii piiii piiiiii pimienta y clavo, pimienta y clavo), el resto todo de bien cerca.
Ingredientes.
Para el fermento.
· 250 g de harina de fuerza.
· 180 mL de agua.
· 2 g de levadura.
· Una pizca de sal.
Para la masa.
· 250 g de manteca de vaca.
· 400 g de azúcar.
· 8 huevos.
· 250 g del prefermento previo.
· 250 g de harina.
· Ralladura de limón.
· 50 g de azúcar y una pizca de canela para espolvorear.
Preparación.
El fermento.
1. Disolvemos la levadura en una parte de agua. Mezclamos en un bol todos los ingredientes ayudándonos de una rasqueta y posteriormente las manos. Obtenemos una bola.
2. Dejamos reposar al menos una hora.
La masa.
1. Derretimos la manteca un poquito. En mi caso, utilizo el microondas, pero si vuestra temperatura ambiente es cálida igual no es necesario.
2. Con unas varillas batimos la manteca con el azúcar hasta obtener una crema.
3. Añadimos el prefermento o masa pegañenta en trocitos. Ahora toca batir mucho y bien hasta que no haya ningún tipo de grumo.
4. Incorporamos los huevos de uno en uno. No echamos el siguiente hasta que esté completamente integrado el anterior.
5. Agregamos la ralladura de los limón y la harina tamizada hasta que quede todo homogeneizado.
6. Vertemos sobre el molde forrado con papel sulfurizado. La masa tiene que formar pliegues al caer.
7. Espolvoreamos con el azúcar mezclado con canela para conseguir la costra característica.
8. Horneamos durante 50 o 60 minutos (horno precalentado a 180ºC), hasta que introduzcamos una brocheta y salga limpia.
Recomendaciones.
- La bica normalmente se hornea en un molde rectangular.
- El fermento previo debería ser una bola manejable. Yo suelo conseguir una masa informe y pegajosa, pero sale bien igual, así que no os preocupéis. Prometido, llevo ya unas cuantas.
- En mi horno son necesarios al menos 60 minutos e incluso 70.
- Está mucho mejor de un día para otro.
- La manteca y la mantequilla tradicionales son lo mismo. De batir durante un tiempo la nata cruda de la leche de vaca se obtiene una parte sólida (manteca o mantequilla) y un suero.
- En Galicia se usa mucho la manteca cocida, que consiste en cocer la nata cruda de leche de vaca a fuego muy suave durante un tiempo, se separan los residuos sólidos y líquidos, se dejan enfriar estos últimos y ya tienes la manteca.
- Para la bica se puede utilizar la manteca cruda o la cocida, hay versiones y gustos para todo. Eso sí, usad una de buena calidad.
mmmm.... qué tierno ha quedado! Y lo mejor, ingredientes cercanos :) Seguro que buenísimos!!!Un beso!
ResponderEliminarQue bien que os guste!
EliminarPrecioso texto, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarClaro que así nos vamos a poner como cocines la mitad de las cosas que has dicho.
Para la próxima foto búscate un plato, te lo digo yo antes de que salte otro/a.
La pinta es exquisita
¿Te ha gustado? ¿No lo dices por compensar mi "carta" de motivación?
EliminarEstaba sola en casa, podía comer sin platos, jaja.
A mí la bica no me enamora ni aunque la hagas 15 veces más...que sea "hidrófoba" respecto a mi leche con colacao me da tan mal rollo que ya no trago bien jaja. Venga va....objetivamente no puedo negar que te sale muy bien, pero no era mi "dulce" ya antes de tu fiebre bicosa :p A ver si se te pasa pronto...
ResponderEliminarPor cierto, teniendo una cuarta parte de Luarca, ¿por qué no te da por la alfilada? Me chifla...eso sí que es buen material para desayunos épicos. Los míos eran de Cadavedo donde celebran la Regalina en agosto y este dulce es sin duda "estrella" del festejo. Anímate!!...además en Semana Santa también es su época!
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