1 de noviembre de 2017

operación "bonito del norte"


Estoy aquí.

Y este blog ha subido dos puntos de caché. Ojo al dato. Ahora la que os escribe tiene un titulillo bajo el brazo. Después de la friolera de, ejem, tropecientos años, hay una nueva arquitecta cocinista —somos muchas— por este mundo. Han sido unos mesecitos de ausencia, de cansancio, de cárcel, de que me cuiden mucho y cuidarme poco y, sobre lo que aquí nos interesa, de mucho guarrear comidísticamente hablando. Si me hubieran visto, me hubieran quitado el carné de bloguera de postín. ¡Ay, el chino de Plaza Pontevedra, cuanta satisfacción! Pero lo más importante es el final feliz. Se queda atrás una etapa y aparece otra en blanco. Ya no tengo la excusa de estar haciendo un pfc para cambiar la interfaz del blog. A ver qué me invento ahora.

Para inaugurar esta nueva temporada os traigo una de esas aventurillas que no pueden divertirme más. No ha sido sola, sino que María fue la que pergeñó esta historia. Y yo me dejo liar muy fácil.

Queríamos embotar bonito. Pero no poca cantidad y comprándolo en pescadería como ya os he contado en otras ocasiones, sino a lo grande. Consiguiendo el bonito al mejor precio posible en lonja y siendo ambiciosas en el número de conservas a realizar. Para eso contábamos con Serafín, nuestro contacto marinero. A lo largo de la campaña del bonito del norte, nos avisaría del momento óptimo para comprar.

Como os podéis imaginar, con mi plan de verano pegada día y noche a un ordenador, pensé que tendría que renunciar a esta idea. Sin embargo, resulta que los astros se alinearon y tres días después de entregar dramáticamente mi fin de carrera; un barco con bonitos a buen precio estaba entrando en la lonja de Celeiro.

Antes de seguir, quisiera decir tres cosas.

1. Por un lado, agradecer a los padres de María habernos cedido su casa para tales peripecias. Montamos un chiringuito digno de peli de terror.

2. Por otro, aclarar que esto no es una entrada de como embotar bonito del norte en cantidades industriales. No busca ser modelo ni referencia. No tengo los suficientes conocimientos. Es un relato sobre nuestra experiencia y nuestro aprendizaje. Y como tal, habéis de tomarlo, como prueba y error.

3. Finalmente avisar de que si no os apetece ver fotos de bichos muertos, mejor dejar la lectura para otro momento. No se busca herir sensibilidades.

Ahora vamos con los hechos.

El bonito de la discordia.

11 de septiembre de 2017.

Esta madrugada hemos recibido un aviso. Un gato ha localizado los restos de tres cadáveres de bonito en el conjunto urbano de Abarqueira, en el interior de la comarca de Ortegal. Nos hemos puesto a trabajar de forma inmediata, la urgencia del caso lo requería. Una vez su señoría B. ha dado orden de levantar los cadáveres, hemos comenzado la investigación que a continuación se relata.

7 de septiembre de 2017.

Se intercepta un mensaje de Serafín —cómplice nº1— el jueves por la noche avisando a las sospechosas M.L. y L.C. que la carga entra en puerto. Se nota cierta precipitación de los acontecimientos y nervios en las sospechosas.

L.C. había manifestado a testigos su intención de pasar el fin de semana en la playa y durmiendo la siesta a la bartola. M.L., sin embargo, planeaba una fuga con su amante, F.A.

Sin embargo, una vez recibido el aviso por parte de Serafín, se observan movimientos del grupo reactivándose rápidamente para la operación "bonito del norte".

8 de septiembre de 2017.

El viernes por la mañana la mercancía en bruto (cuatro ejemplares de thunnus alalunga) arriva a la finca Casa da Viuda. La cómplice nº2 Ángeles recibe los fardos de 6 o 7 kg cada uno. Los oculta en el frigorífico de la casa de invitados con intención de despistar. Se hace notar que el cuarto bicho no sufre daños por parte de este colectivo siendo trasladado con posterioridad a la ciudad de A Coruña.

The last survivor para Manuel.

El viernes por la tarde el grupo motor todavía no se ha desplazado al lugar de los hechos, pero se está aprovisionando de los elementos y enseres químicos necesarios en ferreterías y supermercados.

Hablando con los comerciantes se perciben ciertas dudas en la sospechosa L.C. a la hora de surtirse. ¿Cuántos botes compramos? ¿De qué tamaño? ¿Cuánto aceite? ¿De qué tipo? ¿Qué fue antes el huevo o la gallina?

En la redada posterior se comprueba que, pese a no ser profesionales, las sospechosas no erraron sus cálculos en demasía.

Listado de elementos requisados:

- Objetos cilíndricos de vidrio adquiridos: 16 botes de 425 mL, 20 botes de 375 mL y 10 botes de 200 mL.

- Objetos cilíndricos de vidrio sobrantes: 10/12 tarros de los anteriormente mencionados.

- Elemento oleico adquirido —aka aceite—: Se hallan notas de las sospechosas sobre cómo calcular la cantidad necesaria. El procedimiento que siguieron es de primero de química experimental. Nos desconcierta. Calcularon la capacidad total de sus recipientes (16L) y adquirieron la mitad de aceite. Deciden emplear aceite de girasol y de oliva para tener un muestrario sobre el que sacar conclusiones de los posibles efectos secundarios.

- Elemento oleico sobrante: Se descubre en el maletero del coche de L.C. (Volkswagen Polo 9292GNM) 1,5 L de aceite de girasol, 0,5 L de aceite de oliva, un casco de bicicleta, un bikini, 17 botellas de agua vacías y lo que parecen ser los planos de evasión de una prisión.

Sí, completamente gratuito, pero lo tenía que meter.

- Otros utensilios que emplearon durante el cocinado: olla grande, olla mediana, boles, hornillo paellero, bombona de butano, cuchillos varios, trapos, manteles viejos, papel de cocina, tabla donde cortar, manguera para baldear, pinzas, basura y un gato que se come las espinas. En estos momentos se están analizando huellas y restos de ADN. Descodificar el ADN del gato retrasará la investigación.

- Recopilación de ingredientes para la receta básica: bonito, aceite, agua, sal.

- Recopilación de ingredientes para la variación "escabeche": cebolla, zanahoria, laurel, pimienta, vinagre, ajos.

9 de septiembre de 2017.

El sábado por la tarde las sospechosas ya están localizadas en el lugar de los hechos. Hay varios avistamientos por la zona llevando a cabo sus tareas cotidinanas domésticas.

Según las investigación, a lo largo de la tarde se realizaron tres acciones: preparación, despiece y cocción.

Sobre las 16h comenzaron las maniobras. Una vez inspeccionado el laboratorio, se observa que prepararon tres zonas diferentes.

1/ Un espacio exterior para el despiece, cerca de la manguera y el pilón, con el tocón y la tabla de cortar.

Además de sangre nos llovió agua.

2/ Un habitación interior, pero baldeable. Allí conformaron la zona de cocción y habilitaron una mesa tapada con con un mantel viejo.

La hora del té.

3/ La cocina de la vivienda. Operaciones delicadas y precisas. Sin mucho ensuciar.

Se hace notar que todas las superficies han sido limpiadas a conciencia pues los restos de lejía son múltiples.

Las sospechosas comenzaron esterilizando el material (tarros y tapas). Fue necesario hacerlo en dos tandas, según el tamaño de los botes.

Antes del TOC.
Marie Kondo pasó por allí.

Aprovecharon bien el poco tiempo del que disponían. Conocedoras de que el agua no hierve si la observas fijamente, aprovecharon ese tiempo para el despiece de los cuerpos.

Según testigos la sospechosa L.C. ha manifestado en multitud de ocasiones su gusto por ver a las pescaderas hacer su trabajo en las plazas. Se entretiene viendo como "cortan de forma precisa, delicada y enérgica los pececillos". Sin embargo, ni L.C. ni M.L. habían despiezado un bonito en su vida. Investigando en su historial web se descubre que han optado por la solución canónica del s.XXI aprendiendo de un videotutorial en youtube.

Pese a la documentación audiovisual estudiada, se han detectado dudas a la hora de enfrentarse al primer bonito por parte de las sospechosas. Fue necesario el empujoncito de la cómplice nº2, madre de la sospechosa M.L., con mucha experiencia con el arma del crimen.

Según los restos analizados, para el despiece se siguieron los siguientes pasos: las sospechosas recortaron las aletas, quitaron las cabezas, evisceraron, intentaron salvar las ventrescas, y cortaron los toros. En definitiva, dejaron las piezas listas para el cocinado.

Empieza el drama. Fuera aletas.

Mano arriba si has pensado que se corta la pierna o cuatro dedos.
Más drama. We love Tarantino.
En una imagen, como destrozar una ventresca.
Padres que sufren viendo a sus hijas cortar.
Así lavaba, así así, así lavaba así así.

El primer bonito sufrió la experimentación. En el segundo ejemplar, el manejo de las sospechosas del arma del crimen se asemeja a un chef japonés y en el tercero, las sospechosas mueren de éxito y cometen errores de principiante. Las ventrescas del tercer bonito sufren imperdonables mutilaciones.

Se observa que se encontraron problemas a la hora del despiece ya que alguna zona se había congelado un poco por estar cerca del fondo de la nevera dificultando la maniobra.

Cortes limpios y profesionales. ¿A qué dan el pego pese a todo?


La tercera acción que las sospechosas ejecutaron ese día fue cocer las piezas de bonito. En la misma olla donde habían sido esterilizados los botes se metieron a cocer todas las piezas de bonito en agua con sal (a ojo) durante 40 minutos aproximadamente pues eran trozos bastante tochos.

Yo me caí en la marmita cuando era pequeña.

Desespumador que me desespumas...

Sacamos un toro para comprobar el punto.

Una vez cocidos, se reservaron todas los trozos sobre una superficie de papel absorbente, se cubrieron con más papel y un mantel limpio y fueron abandonados toda la noche a su suerte, al fresco, para que soltaran la humedad.

Bodegón de buenas noches.

Todas las estancias fueron limpiadas concienzudamente para evitar dejar restos. Las sobras no valorados fueron llevados al contenedor donde el gato que dio aviso los halló.

Hay testimonios que sitúan a las dos sospechosas, al amante y dos conocidos más en un bar de mala muerte de la localidad cedeiresa esa misma noche. Es posible que la jueza B. también estuviese presente, hecho que enturbia la investigación.

10 de septiembre de 2017.

La mañana del domingo, las sospechosas se reunieron de nuevo acompañadas de la cómplice nº2 en el laboratorio de cocina. Durante esa jornada se llevaron a cabo las acciones de limpieza, embotado y vacío.

Comenzaron la mañana limpiando y desespinando las piezas cocidas y secas. Se detecta un segundo fallo grave en el proceso con consecuencias negativas que nos ha facilitado mucha información. Durante la cocción las sospechosas no desespumaron, con lo cual el bonito estaba bastante sucio. Esto retrasó un poco su cronograma ya que además de pieles y espinas se vieron obligadas a retirar la mugre con un papel absorbente algo humedecido.

Luego fueron seleccionando las piezas que mejor se adaptaban a la forma del tarro y rellenando los mismos. Cuando estuvieron bien colmados de pescadito comenzaron a rellenar con aceite. Utilizaron aceite de girasol para los botes grandes y aceite de oliva para los pequeños. 

Los botes colocaditos en el borde de la mesa porque no había suficiente emoción.

Siguieron la técnica tradicional y el relleno lo realizaron en dos fases. En la primera, vertieron aceite hasta un 80 o 90% de la capacidad del tarro. Después introdujeron un palillo o una brocheta tenedor para sacar las burbujas de aire con suavidad. En la segunda, rellenaron hasta el 100% para que el bonito quedase cubierto.

Aceite de oliva y de girasol.
Una vez finalizado este proceso, cerraron los tarros y los sometieron al baño maría. Según fuentes consultadas, lo realizaron en dos tandas, por tamaño de bote, pues el agua no debe cubrir los tarros. Cada tanda estuvo cociendo aproximadamente 30 minutos.

Recién sacados de la cazuela colocaron los botes boca abajo hasta que se enfriaron. Se han observado los cercos sobre la superficie.


Pino puente de bonitos del norte.


Una vez fríos, los transportaron hasta la bodega de la sospechosa M.L. donde su intención es que pasaran los próximos tres meses en un lugar oscuro y fresco antes de salir al mercado.

La mano que mece la cuna...

1 de noviembre de 2017

Después de varias semanas de ardua tarea documental, la investigacion ha llegado a su fin. El alijo fue descubierto y requisado y está pendiente de su análisis por parte de expertos gastronómicos con el fin de comprobar su peligrosidad.

Las sospechosas se han declarado culpables durante el juicio, debido al savoir faire de la jueza B. Las fotografías que acompañan este documento, realizadas por el amante F.A., han resultado reveladoras. Las pruebas son concluyentes y desde aquí le damos las gracias.

L.C. y M.P han asumido todos los cargos de tráfico y manipulación y consumo de bonito del norte. Se les condena a trabajos comunitarios etiquetando, embalando y regalando todas las conservas a familiares y seres queridos durante la próxima Navidad además de compartir todas las recetas derivadas de la utilización de estos bonitos (escalivada, conserva de escabehe y bonito en rollo por lo pronto).

La investigación declara haber sido imparcial y espera ansiosa su recompensa con una pronta degustación. Lamenta haber tardado tanto en escribir este informe, pero se encuetra oxidada tras estos meses de asueto policial. Poco a poco irá retomando los nuevos casos y/o recetas porque indicios no le faltan.


Graciñas por la paciencia y ¡hasta la próxima!


M.L. asoma los ojillos. Gracias por tanto, pequena.