26 de junio de 2013

tarta de manzana

tarta de manzana

Estadíos en la preparación de esta tarta.

Durante varios días hablo de lo bonita que me va a quedar.
Posteriormente añado "... si consigo que me salga".

Momento de subidón al realizar mi primera crema pastelera dpm (entiéndase deliciosa, perfecta, maravillosa, ejem).
Compra compulsiva de molde fetén para que no me falle el recipiente.
Inmediato arrepentimiento por comprar un molde por encima de tus posibilidades de masa quebrada que yace inerte en la nevera.
Tener que hacer más masa para cubrir la superficie de tu nuevo y radiante molde de ¡30 cm!
Establecer la batalla del rodillo vs. la mantequilla indomable y la almendra quebradiza.
¿Quién me mandaría a mí hacer rositas de manzana? Después de descubrir que tras la primera vuelta ya es más complicado sacar las espirales.

Montaje de la tarta. Con los nervios y mis escasos conocimientos de botánica, realizo cardos sobre la base.
¡Almíbar cuájate! Técnicas de enfriamento rápido porque ya viene Elena o como sacar un vaso de cristal al alféizar para que tome el viento de Coruña.
Suspiro de alivio al sacar la tarta del horno.
Sonrisa de felicidad al oír las impresiones.

Reflexion post tarta. Ninguna receta es lo suficientemente laboriosa y larga si gusta a la persona para la que está pensada (¡feliz cumpleaños pequena!). Si además suma nuevos adeptos de alto nivel de exigencia, todavía cuesta menos trabajo.

Inspiración y receta de webosfritos, Mercado Calabajío, Cocina para emancipados, y yo me quedo con haber unido tres grandes.
Fotos de Luaces & Aneiros.


tarta de manzana


Ingredientes.

Para la masa.
· 2 huevos.
· 270 g de harina.
· 200 g de mantequilla fría.
· 80 g de almendra molida.
· 100 g de azúcar.
· Unas gotas de aroma de vainilla.

Para la crema pastelera.
· 4 yemas de huevo.
· 430 g de leche fresca.
· 100 g de azúcar.
· 34 g de maizena.
· 1 vaina de vainilla.
· Piel de limón.

Para las manzanas salteadas.

· 3 manzanas.
· Mantequilla.
· Azúcar para espolvorear.

Para el almíbar de manzana.

· Un vaso de agua.
· Una cucharada de azúcar.
· Pieles y corazones de manzana.

Preparación.

La crema pastelera.

1. Hervimos la leche con la vaina de vainilla y la piel de limón. Dejamos infusionar durante 20-25 minutos. Colamos y dejamos templar.

2. Batimos las yemas con el azúcar hasta que blanqueen (durante unos 5-7 minutos).

3. Disolvemos la maizena en un poco de la leche templada y añadimos esta mezcla poco a poco y batiendo enérgicamente para que no queden grumos.

4. Ponemos todo en un cazo a fuego suave (2-3 en mi cocina de inducción). Es importante que no llegue a ebullición para que las yemas no se cuajen. Incorporamos la leche poco a poco sin dejar de remover. Si es necesario, a veces podemos retirar el cazo del fuego.

5. Después de unos 20 minutos removiendo constantemente la crema comienza a coger cuerpo y de repente, sucede la magia y la crema está lista.

6. Vertemos la crema en un bol, tapamos con papel film pegado a la superficie (para que no se forme costra) y enfriamos durante varias horas. Recomiendo hacerlo de víspera.

Masa quebrada de almendra.
1. Ponemos la harina en un cuenco. Hacemos un volcán y añadimos el resto de ingredientes: el azúcar, la almendra molida, la mantequilla bien fría cortada en cubitos, el huevo y unas gotas de aroma de vainilla

2. Comenzamos a trabajar la masa con la punta de los dedos como si pellizcáramos algo (o a alguien). Hay que trabajar muy rápido para que la mantequilla no se ablande. Se hacen migas, como si fuera arena (aunque quede algún trozo de mantequilla entero no pasa nada) y finalmente se le da forma de bola. Se envuelve en papel film, se aplana un poco y se lleva al frigorífico durante media hora mínimo (mejor algo más).

3. Se saca del frigorífico y se coloca entre dos trozos de papel hornear o papel film. La comenzamos a estirar con el rodillo hasta que tenga un grosor de aproximadamente medio centímetro. Con sumo cuidado la colocamos sobre el molde engrasado dejando que sobresalga algo de masa por los bordes. Pasamos el rodillo por encima para que se corte el excedente de masa.


4. Con ese excedente formamos una bolita con la que presionaremos los bordes de la tarta sobre el molde para que se adhiera bien. Pinchamos la base con un tenedor repetidamente y cubrimos con un círculo de papel de hornear sobre el que apoyaremos las legumbres (para que la tarta al hornearse no pierda su forma). Precalentamos el horno a 200ºC y mientras metemos la masa en el congelador.

5. Bajamos la temperatura a 180º y horneamos durante 15 minutos.

6. Retiramos las legumbres y dejamos enfriar. Reservamos.

Las manzanas salteadas.

1. Pelamos las manzanas y siguiendo el método de corte "pelar manzanas" vamos sacando láminas.
2. En una sartén calentamos una nuez de mantequilla (sin que se queme) y añadimos las láminas de manzana. Espolvoreamos con azúcar. Vamos dorando las láminas en tandas por ambos lados con mucha paciencia y cuidado. Reservamos.

El almíbar de manzana.
1. En un cazo ponemos un vaso de agua y una cucharada de azúcar con las pieles y los corazones de las manzanas. Dejamos que reduzca a fuego medio. Colamos y dejamos enfriar.

Montaje de la tarta.

1. Sobre la base de masa quebrada de almendras extendemos la crema pastelera.
2. Colocamos las láminas de manzana formando espirales.
3. Gratinamos la tarta durante 2 o 3 minutos para que coja un punto de color.
4. Pincelamos con el almíbar de manzana.
5. Dejamos enfriar y degustamos.

Recomendaciones.


- A leer de los maestros para aprender. Post de La receta de la felicidad sobre masas quebradas y vídeo de webosfritos para decorar tartas de este tipo de masa.

tarta de manzana



 

24 de junio de 2013

revuelto de champiñones para el santo Juan

revuelto de champiñones para el santo Juan

Ayer fue el San Juan más frío de la historia. Al menos de mi historia.
Hoy me gustaría tener este revuelto para comer, porque cumpliría los requisitos perfectos para el día después. Verde, ligero y calentito. Nada de criollos y sardinas en una temporada.

Pero no va a ser porque la foto es de la semana pasada.
Cosas del directo ;)
Esta última frase no pega.

Estoy preocupada por qué voy a comer hoy.
Mis roomies no muestran indicios de tener hambre.
En cualquier otra ocasión diría que no mostrar indicios de gusa a las 13.20h es de gente que no es de fiar.
Pero ellos lo son. Jaja.
Voy a hacerme un apertivo. Vosotros... ¡animaros con el revuelto! No es un revuelto cualquiera. Palabrita.


Ingredientes. (3 personas)

· 250 g de champiñones.
· 250 g de champiñones portobello.
· Una cebolleta.
· Un puerro.
· 6 u 8 espárragos trigueros.
· Una loncha de medio cm de pechuga de pavo natural.
· 3 huevos.
· Salsa Worcestershire.
· Sal y pimienta.
· Aceite de oliva.
· Perejil.
· Queso parmesano.

Preparación.


1. En una olla con agua hirviendo cocemos los espárragos durante unos seis-ocho minutos. Cuando estén listos los remojamos en agua fría para que mantengan el verde y los troceamos.

2. En un sartén sin aceite doramos la pechuga de pavo natural cortada en cubos. Retiramos y reservamos.

3. Añadimos a la sartén un chorro de aceite de oliva. Pochamos el puerro y la cebolleta bien picados.

4. Mientras vamos lavando muy bien los champiñones y los troceamos. Cuando el puerro y la cebolleta estén comenzando a dorarse, añadimos los champiñones. Es importante que el fuego esté fuerte porque así el agua que sueltan se va evaporando. Incorporamos también los espárragos.


5. Sazonamos el conjunto con la salsa worcestershire, sal, pimienta, perejil picado y parmesano rallado. Salteamos en conjunto durante tres o cuatro minutos.

6. Incorporamos tres huevos y removemos hasta que cuajen.

7. Servimos espolvoreando algo más de perejil y rallando parmesano en el momento.

Recomendaciones.


- Los revueltos son otro de los grandes cajones de sastre de la cocina. Caben mil y un ingredientes y variaciones según lo que haya en la nevera.
- Si seguís este al pie de la letra (más o menos) veréis que tiene algo más de gracia que si sólo os quedáis en cebolla + champis + huevo.
- La pechuga de pavo natural no es el típico fiambre de pavo, pero está también en charcutería.

18 de junio de 2013

empanadillas de carne picantes

empanadillas de carne picantes

Entrada veloz para todos aquellos jóvenes y no tan jóvenes a los que sus madres les mandan un tupper de carne asada. También para aquellos que aún haciéndola, después de comerla un par de días, quieren aprovechar esos trozos pequeños y no quieren ponerse a croquetear.
Sabiendo que estas empanadillas son una de las recetas más visitadas del blog y que estas otras no se quedan atrás, espero que os gusten.
Tienen la gracia del picante y la naranja.

Ingredientes.

· Restos de carne asada.
· Una cebolleta.
· Medio pimiento amarillo.
· Un tomate pelado.
· Aceite de oliva aromatizado con guindillas.
· Cáscara de naranja.
· Sal.
· Azúcar.
· 12 obleas de empanadillas.

Preparación.

1. Deshacemos la carne en hilos. Con las manos es la mejor forma.

2. Pelamos y picamos muy pequeño la cebolla y el pimiento. Sofreímos en una sartén con aceite de guindillas.

3. Cuando esten dorados añadimos el tomate pelado también muy troceado. Añadimos una pizca de sal y de azúcar y una cucharadita aproximadamente de cáscara de naranja muy picadita. Dejamos cocinar unos cinco minutos. Reservamos y enfriamos.

4. Rellenamos las obleas con el sofrito y las cerramos.

5. Pincelamos con huevo batido e introducimos en el horno precalentado a 180ºC durante 20 minutos o hasta que estén doradas.

Recomendaciones.

- Si no tenéis carne asada, pues con algún resto de guiso o con lo que se os ocurra.
- No las comáis recién sacadas del horno, abrasan y no saben a todo lo que deberían. Lo digo por experiencia, jeje.

12 de junio de 2013

ravioli con verduras

ravioli con verduras

Secuencia de hechos encadenados.
Todo empezó comprando un barco teledirigido en una tienda de Mallorca que probamos en una bañera atlántica y no funcionó.
Seis meses después ese regalo se cambió por unas torniquetas (o gatos de carpintero, o sargentos o como queráis llamarle).
A la salida de la bricotienda, parada obligada en Lidl. Mi primera vez.

Entre todos los vicios posibles, escojo unos raviolis rellenos de tomate y mozzarella.
Los preparo con todo el amor del tomate de abuela y les saco fotos.
Una semana más tarde, cuando las entregas lo permiten, decido publicarlos.
Ese día, resulta que es el escogido por un grupo de blogs gastronómicos que siempre la están liando para celebrar el #diadelapastarellena.

¿Coincidencia? ;)

Ingredientes. (2-3 personas)


· Un paquete de ravioli rellenos de tomate y mozzarella (250 g).
· 1 kg de tomates.
· Un par de cebolletas.
· 1/2 pimiento amarillo.
· 1 zanahoria.
· 1/2 berenjena.
· 4 champiñones.
· Unas hojas de espinacas.
· Piñones.
· Aceite de oliva virgen extra.
· Sal.
· Oregano.
· Azúcar.  
· Queso parmesano.

Preparación.

1. Ponemos una olla con agua a hervir. Lavamos los tomates, practicamos un corte en forma de cruz en su base, y los escaldamos. Procedemos a pelarlos y a trocearlos. Reservamos.

2. En una sartén o cazuela baja añadimos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y las dos cebolletas cortadas en trocitos. Las sofreímos y cuando estén doradas añadimos el tomate troceado. Añadimos una cucharadita de sal, un par de ellas de azúcar y el orégano al gusto. Dejamos cocer a fuego suave durante 25 minutos.

3. Lavamos y cortamos en tamaños parecidos y pequeños el pimiento, la berenjena, la zanahoria y los champiñones (la zanahoria es lo único que pelamos). Dejamos también preparadas las hojas de espinacas cortadas en tiras finas.

4. En otra sartén comenzamos a saltear las verduras con una cucharada de aceite a fuego medio alto para que se doren pero mantengan textura. Comenzamos por la zanahoria y el pimiento, unos minutos después añadimos la berenjena y posteriormente los champiñones y los piñones. Justo al final, incorporamos las espinacas y las tenemos muy poco tiempo al fuego. Lo justo para que reduzcan el volumen y mantengan el verde.

5. Mientras salteamos las verduras, ponemos la pasta a cocer según lo que indique el envase. Normalmente son unos 4 o 5 minutos en el caso de pasta fresca.

6. Servimos la pasta con las verduras y la salsa de tomate. Rallamos parmesano por encima y disfrutamos.


Recomendaciones.

- Las verduras se pueden cambiar pero me parece interesante el toque de hacerlas con muy poco aceite, el fuego alto y que queden al dente.
- El tomate frito sin triturar le pega bastante a la receta, pero en el caso de que no queráis ver los trozos, podéis pasarlo por el pasapurés o la batidora.
- Os sobrará tomate, pero os queda para un arroz, una pizza, para congelar, etc.
- Hacer tus propios raviolis también mola, pero la de hoy es una receta no laboriosa.
- Si os ponéis nerviosos porque el plato no está centrado en la foto... ¡bienvenidos al club!

5 de junio de 2013

merluza en salsa

merluza en salsa

Este fin de semana en Cedeira fue la Feria de la Merluza. Y de ver los carteles y los pinchiños me entraron ganas de comer (merluza, se entiende). El caso es que en vez de bajar a picotear por ahí, pues la preparamos en casa el domingo. No es que ayude mucho a fomentar la economía de bares y restaurantes, pero sí la de las pescaderías.Y oye, algo es algo.

Es una variación de una salsa verde tradicional, cercana a esta otra receta que ya os había enseñado, merluza en salsa de avellanas del maestro Picadillo. Es un plato sencillo, pero con un buen pescado conforma toda una comida dominguera acorde con el mantel ;)
A mi señor padre le gustó un mucho, así que ¡no lo dudéis! Sabe de lo que habla.


Ingredientes. (3 personas)

· 6 rodajas de merluza.
· 2-3 puerros pequeños.
· 2 dientes de ajo.
· Un manojo de perejil.
· Un vaso de Albariño.
· Un vaso de caldo de pescado.
· 3 rebanadas de pan.
· Aceite de oliva.
· Sal.

Preparación.

1. Comenzamos con el caldo de pescado. Para ello cocemos durante 20 minutos a fuego suave la cabeza de la merluza, la parte verde de los puerros (bien lavada), media cebolla que tengáis abandonada en la nevera y un puñado de sal. Colamos y reservamos.

2. Pelamos y picamos el puerro en trozos muy pequeños. Comenzamos a pocharlo suavemente en una sartén amplia alta o cazuela baja con 3 cucharadas de aceite de oliva. Cuando comience a coger color, añadimos también los dos dientes de ajo picaditos y parte del perejil.

3. En otra sartén freímos las tres rebanadas de pan. Las escurrimos bien en un papel absorbente y las machacamos un poco en el mortero.

4. Volvemos a la sartén del sofrito, escurrimos un poco el aceite excedente y añadimos el vaso de Albariño (u otro vino blanco). Dejamos hervir un par de minutos hasta que se evapore el alcohol. Incorporamos el vaso del caldo, el pan machacado y un pellizco de sal.

5. Disponemos las rodajas de merluza y dejamos hervir 3 o 4 minutos y posteriormente les damos la vuelta y que cuezan otro tanto (hasta que la carne del pescado se separe de la espina). Rectificamos de sal, espolvoreamos con más perejil y servimos.

Recomendaciones.


- Se puede acompañar de unas patatas salteadas o como fue nuestro caso de un arroz blanco.
- Se puede cambiar la merluza por pescadilla, u otro pescado blanco apto para un guiso.
- Llamar caldo de pescado a eso es un atrevimiento por mi parte, pero es una solución rápida y que aprovecha partes de la receta que igual tirábamos sin más.